y riegos extra para cultivos

MADRID- Aún queda una semana para cambiar de estación y entrar en la primavera, pero sus reflejos ya han aparecido en los rincones de la Comunidad de Madrid. Las atípicas altas temperaturas registradas en Madrid durante febrero y marzo han provocado que, por ejemplo, los almendros hayan florecido ya o que especies animales que otros años no se dejaban ver por lo menos hasta abril, como los vencejos o las golondrinas dáuricas, ya estén preparando sus nidos. ¿A qué se debe este adelanto estacional? Ana Casals, delegada de la Aemet para la región, explicó ayer que han sido las temperaturas de la última semana de febrero –con máximas de hasta 22 grados– y la primera de febrero «que se enfrió y ahora ha vuelto a ser muy cálido», las que han propiciado que este invierno esté siendo mucho menos frío de lo habitual. A falta de cerrar los datos de marzo, Casals explicó que tanto diciembre como enero fueron unos dos grados más cálidos de media.

La ausencia de lluvias es la otra gran diferencia de este invierno con respecto al anterior. Una circunstancia que, unida a las altas temperaturas, está afectando especialmente al sector agrícola madrileño.

En Villaconejos, por ejemplo, los agricultores ya dan por perdida la siembra del melón de secano si la ausencia de lluvias continúa la próxima semana. Pendientes del cielo están ya en municipios como Aranjuez o Colmenar, donde los trabajadores del campo han tenido que solicitar a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) –responsable del abastecimiento agrícola– un adelanto de riego para las huertas del margen derecho del río Tajo coincidiendo con sus términos municipales. Según reconoció a Ep el presidente de la Junta de Parceleros del Real Cortijo de San Isidro, Fernando Alcálzar, los efectos de la sequía ya se están sufriendo en el campo madrileño, cuyas cosechas de ajo, trigo o cebada «no logran remontar». La petición para que se adelantase la fecha de riego se resolvió de forma afirmativa, por lo que, según Alcázar, la temporada comenzará hoy jueves.

El sector agrícola es el responsable del 25 por ciento del consumo de agua de la Comunidad –una cifra que se eleva al 80 por ciento en todo el país–, por eso, el Ejecutivo regional promueve la reconversión de los métodos de riego más antiguos para mejorar los sistemas de irrigación. Así, tal y como explicó la semana pasada en la Asamblea la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, gracias a una inversión de 7,2 millones de euros se han mejorado las estructuras de canalización y riego de las 21.000 hectáreas de regadío que hay en la región. Ya no se riega a manta y más de 1.200 agricultores ahorran un 40 por ciento en su consumo de agua pasando de 31 hectómetros de agua a 18 tras la instalación de tuberías de presión.