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Turismo a la carrera

Madrid y el deporte son dos de las grandes pasiones de John Girardin y hace más de año y medio, este madrileño de origen estadounidense quiso unir ambas aficiones en un proyecto empresarial.

Turismo a la carrera
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Su carácter emprendedor le convertía, de la noche a la mañana, en una mezcla de guía turístico y de entrenador personal en una iniciativa absolutamente nueva en la capital y que ofrece a sus clientes conocer la ciudad a través de su historia, sus monumentos y sus anécdotas mientras se hace deporte. «Hace 20 años, cuando una chica en Madrid salía a la calle a hacer «footing», todo el mundo la miraba. No existía una cultura de este deporte como en Estados Unidos. Afortunadamente, esto ha cambiado», reconoce John.
Nacido y criado en Madrid, el alma mater de «Madrid Running Tours» ha vivido durante muchos años en Estados Unidos y cree que Madrid no tiene grandes motivos para envidiarla en este aspecto: «Vivimos en una ciudad magnífica para hacer deporte. Tenemos El Retiro, la Casa de Campo, la zona monumental». Reconoce, no obstante, que también tiene una gran desventaja respecto a otras grandes urbes como Nueva York o Ámsterdam: «Tiene muchos desniveles. Por eso no tiene un maratón de primera categoría».
Sus principales clientes son ejecutivos procedentes de Estados Unidos que llegan a Madrid por motivos de trabajo pero que buscan un hueco en su agenda para conocer la ciudad y no abandonar el ejercicio físico al que están acostumbrados. Y es que, como el propio John reconoce, muchos de estos ejecutivos no quieren estar condenados al gimnasio del hotel. Por eso no dudan en contactar con él, para que les explique, a la carrera, la historia de la ciudad en un perfecto inglés.
El otro tipo de clientes son parejas o grupos de turistas, en su mayoría también norteamericanos y de Canadá, que quieren aprovechar el tiempo de la ruta para ver el mayor número de atractivos turísticos posibles.
La dinámica es habitualmente la misma. Antes de quedar con los corredores, John se informa de lo que quieren ver, así como de su estado físico. El día de la ruta queda con ellos en el hotel y, tras un necesario calentamiento, inician un trayecto que suele durar en torno a una hora y media. Cada grupo puede elegir la parte de la ciudad que más le interesa. La ruta clásica toma como punto de partida la Puerta del Sol, para recorrer luego lugares emblemáticos como la Plaza de Cibeles, la Puerta de Alcalá, El Retiro, el Barrio de las Letras, el Madrid de los Austrias y el Palacio Real. Otras opciones son recorrer el Madrid antiguo, de la Plaza Mayor al Parque del Oeste; el urbano, desde Chueca al lujo de Serrano y de la Castellana; o el verde, que permite al visitante descubrir la Casa de Campo. Aquellos que decidan hacer su ruta a la medida o visitar la ciudad de noche también pueden hacerlo.