Controladores bajo control

- ESTADOS UNIDOS. Reagan despidió a 11.350 controladores. La respuesta de Ronald Reagan fue inmediata. Un plazo de 48 horas y los más de 12.000 controladores en huelga –pedían reducir la jornada laboral y un incremento de salario anual de 10.000 dólares– debían volver a sus puestos y hacer volar los 7.000 aviones que habían dejado en tierra, aquel 3 de agosto de 1981. En caso de no reactivar el espacio aéreo, serían despedidos y no podrían obtener un contrato por parte de la administración pública durante el resto de su vida. Sólo 1.650 se reincorporaron. Fueron sustituidos por controladores militares. Apenas dos días más tarde, Reagan cumplió su palabra: despidió a 11.350. Tuvieron que pasar 12 años para que, estando ya Clinton en el mandato, pudieran volver a ser contratados.

- FRANCIA. Por un error de los militares murieron 68 personas.
El 27 de febrero de 1973, Georges Pompidou tomó la misma resolución que Ronadl Reagan, cuando los controladores aéreos del país galo se declararon en huelga y cerraron el espacio aéreo: sustituyó a los controladores civiles por militares y los vuelos comerciales se reanudaron. La consecuencia fue fatídica: el 5 de marzo del mismo año un DC–9 de Iberia y un Convair de Spantax chocaron en el aire sobre Nantes. La muerte de 68 personas se adjudicó a los controladores militares.
Este año, se han producido sucesivas huelgas en Francia por la protesta del proyecto de fusión de los servicios de control del tráfico aéreo para su unificación en la Unión Europea, ya que los controladores temen perder su condición de funcionarios. A pesar de que el tráfico aéreo se vio afectado –en septiembre se suprimió un 50% de vuelos en el aeropuerto de Orly y un 20% en el de Charles de Gaulle–, la Dirección General de Aviación Civil garantiza servicios mínimos en los diez mayores aeropuertos de Francia.
 
- PORTUGAL. Se anticipó y anuló la huelga mediante decreto.
El Gobierno de Mario Alberto Nobre se anticipó a los hechos. Ante una huelga planeada por los controladores aéreos a partir del 14 de febrero de 1990, y con una duración de cinco días, Portugal decidió, en Consejo de Ministros Extraordinario, terminar con ella mediante un decreto de «requisición civil», que obliga a los trabajadores a asegurar el mantenimiento de los equipos, instalaciones y servicios mínimos en las empresas.

- BÉLGICA. Belgocontrol calificó la huelga de «espontánea».
El tráfico aéreo en el aeropuerto internacional Zaventem de Bruselas fue interrumpido durante 24 horas el 28 de septiembre de 2004, provocando la anulación y desviaciones de decenas de vuelos. Los controladores afirmaban sentir «malestar general» y, además, protestaron por el traslado de dos compañeros de Charleroi a Bruselas. Belgocontrol, empresa encargada de la seguridad aérea en Bélgica, calificó la huelga de «acción espontánea», ya que no recibió una reivindicación formal. Ryanair condenó el fracaso de los gobiernos europeos en su relación con los controladores aéreos para poner fin a las continuadas huelgas que afectan a millones de pasajeros en toda Europa, y propuso a la Unión Europa adoptar, en estas situaciones, medidas similares a la del presidente norteamericano Ronald Reagan.

- VENEZUELA. Las Fuerzas Aéreas reanudaron el tráfico aéreo.
En la «operación Morrocoy» los controladores civiles solicitaban la obtención de mejoras salariales y laborales. El modo de presión fue ralentizar el cielo venezolano el 19 de febrero de 1995. Como respuesta, el Gobierno de Rafael Caldera mandó a los miembros de las Fuerzas Aéreas hacerse cargo de la situación, interviniendo los aeropuertos.

- REPÚBLICA DOMINICANA. Los civiles se reincorporaron al trabajo tras dos días de huelga.
Conforme a un decreto que el presidente Hipólito Mejía aprobó para que las autoridades de Aeronáutica Civil tuvieran competencia para recurrir a los militares, éstos sustituyeron a los civiles el 31 de marzo de 2004. Justificaron su abandono laboral por «un agotamiento generado por excesivas horas de trabajo». Argumentaban que el aeropuerto de las Américas el número de trabajadores debía ser de 26 empleados por turno, cuando había siete.


Colisión mortal en Nantes
- El espacio aéreo francés se cerró en febrero de 1973: los controladores aéreos civiles se declararon en huelga. El Gobierno decidió, como Reagan años más tarde, sustituir a civiles por militares. El resultado fue catastrófico.
- El 5 de marzo del mismo año la colisión del avión «DC–9» de Iberia con el «Convair Coronado» de Spantax supuso la muerte de 68 personas.
- Aunque, inmediatamente después de los hechos, el ministro de Transportes culpó a los pilotos españoles, se demostró que la responsabilidad fue de los militares. «Cuando dos aviones convergen sobre un punto de radio baliza, el controlador debe tenerlo en cuenta», informaba la Comisión Investigadora.
- A diferencia de Estados Unidos, los controladores aéreos civiles y militares no consiguen su calificación en la misma agencia aeronáutica.