Castilla y León

OPINIÓN: A Julia Resina

La Razón
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Dicen que hay que saber decir «no» y que, a los niños de ahora, sus padres no saben decírselo. Yo pienso, sin embargo, que lo difícil es decir «sí». A uno que dice «sí» a todo lo que se le propone se le acaba perdiendo el respeto. Todos piensan de él que es débil de carácter. En cambio a uno que dice «no» con la misma facilidad con la que podría decir «sí» todos le respetan porque piensan de él que tiene carácter. Pues bien, sólo por esto acaba uno preguntándose si la mayoría tiene razón. La mayoría de nosotros cree que el «sí» y el «no» son respuestas al mismo nivel, alternativas a elegir. Y esto no es verdad. En la vida lo difícil es decir «sí» porque decir «sí» a una cosa equivale a decir «no» a muchas otras. Decir «sí» trae muchas consecuencias de las que, al decir «sí», uno debe hacerse cargo. Es verdad que un padre ha de saber decirle «no» a su hijo. Pero nunca un «no» fácil, de libre elección, como quien se limita a elegir entre dos alternativas.
Cuando un padre dice «no» a su hijo debe saber a qué le ha dicho o le dirá «sí». El «sí» es esencial para que un niño se haga adulto y un hombre se haga humano. El «no», en cambio, es consecuencia, sólo consecuencia, de la afirmación.
Al releer el libro de tu vida, querida Julia, he visto el «sí» a la vida en cada una de sus páginas. Allí donde había que estar con los niños fuera del horario lectivo, donde había que ayudar a los niños con problemas en casa o con retraso escolar, donde había que hacerse cargo simplemente de niños diferentes, allí he encontrado tu «sí». Por eso eres, junto a tu esposo José María, la maestra diez de España: has sabido decir «sí» a lo que otros han dicho «no».
pasión? De Cabrerizos, de tus manos, Manuel, sale también algo bello.