La Generalitat se indigna con el PSOE por llevar el aranés al TC

BARCELONA – «Yo no hablo catalán en la intimidad, pero toda mi vida he defendido a los que quieren hablarlo en público y en privado (…) Cuidad el catalán porque es una riqueza para Cataluña y España». El alegato en defensa de la lengua catalana que el candidato Alfredo Peréz Rubalcaba hizo el domingo para meterse en el bolsillo al electorado catalán, cayó en saco roto, después de que el Constitucional ordenara la suspensión de la Ley del aranés.

Si bien, hasta el momento, el PP y Ciutadans habían sido el blanco de las críticas por defender el bilingüismo y el PSOE se había partido el pecho en defensa de la inmersión lingüística, en esta ocasión, la suspensión de la Ley del aranés responde a un recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno. El equipo de José Luis Rodríguez Zapatero recurrió cuatro artículos de la citada ley, que hace un año aprobó el Parlament, con 117 votos a favor y 17 en contra, y que reconoce que el aranés es la lengua de «uso preferente» en el Vall d'Aran.

La Generalitat y el Conselh Generau d'Aran anunciaron que recurrirán la suspensión de la Ley del aranés. El conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ex socialista, no tuvo reparos a la hora de considerar que la sentencia «es una muestra más de la obstinación del Gobierno y del PP contra la pluralidad lingüística del Estado». También exigió al Gobierno que retire el recurso y asuma que su misión debería ser defender un Estado plurilingüe. El president Artur Mas fue más cauto. En una conferencia con la que inauguró la nueva temporada del Teatro Romea, alertó de que los principales enemigos de la creatividad que vive Cataluña son, por un lado, la tendencia a la homogeneización cultural fruto del «deseo uniformizador del Estado» y, por otro, creer que las subvenciones «son un derecho y no un estímulo».

El aranés es declarado por el Estatut como «lengua propia del Aran y oficial en Cataluña» y su ley lo protege y lo promueve en las instituciones aranesas. Igual que hace el reglamento lingüístico del Ayuntamiento de Barcelona con el catalán, recurrido por el PP, señala que los consistorios del valle utilicen el aranés en las relaciones con los ciudadanos. También impone el idioma en los medios de comunicación, las escuelas y la rotulación. El Síndic d'Aran se rebeló contra el recurso, que tachó de «patético» e «indignante».

Plurilingüismo
El Govern alertó de que se dejará la piel para defender el aranés. Aunque Rubalcaba se esforzara en transmitir la idea de que el PSOE y el PP no son lo mismo durante sus dos días de visita a Cataluña, para el conseller de Cultura, la suspensión cautelar del TC demuestra que «para los dos grandes partidos españoles y para el Gobierno todo aquello que no es lengua castellana se ha de limitar al máximo». Mascarell avisó de que esta actitud hace «crecer la desconfianza de los catalanes hacia España y la convicción de que el Estado no es útil para los intereses culturales y lingüísticos de Cataluña». Sentenció que el artículo 3 de la Constitución reconoce «la riqueza» que supone el plurilingüismo.

Los argumentos del Govern
- La Generalitat defiende que el recurso presentado ante el TC «niega la letra de la Constitución», que en su artículo 3 reconoce que «la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural».
- Recuerda que el Estatut en su artículo 6.5 declara el aranés como «lengua propia de Arán y oficial de Cataluña, de acuerdo con el Estatut y las leyes de normalización lingüística». Lamenta que «cuestiona decisiones democráticas del pueblo catalán».