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Castilla y León

Un parque con 112 especies de flora y 74 de fauna

El futuro Parque Nacional de las Cumbres de Guadarrama, el primero en el territorio de la Comunidad de Madrid y el segundo en el de Castilla y León, será el quinto en extensión de la red nacional y el decimoquinto de los que hay en el país.

Imagen del pico de La Maliciosa nevado, en la Sierra de Guadarrama
Imagen del pico de La Maliciosa nevado, en la Sierra de Guadarramalarazon

El ecosistema de alta montaña, cuyo anteproyecto para declararlo parque nacional se ha aprobado hoy en Consejo de Ministros, ocupa una extensión de 36.664 hectáreas, de las que 21.740 se encuentran en la vertiente madrileña y 11.924 en Castilla y León. De éstas, 3.000 corresponden a los montes de Valsaín, en Segovia, espacio gestionado por el Estado.

El de las Cumbres de Guadarrama es el quinto más grande de los parques nacionales, por detrás de Sierra Nevada, Picos de Europa, Doñana y Cabañeros, y en él se han identificado nueve sistemas naturales incluidos en la red que agrupa a esas áreas protegidas.

En este entorno conviven más de treinta tipos diferentes de vegetación y ocupan las mayores superficies los pinares naturales de montaña, los matorrales de cumbres, robledales, abedulares, fresnedas adehesadas y los bosques de ribera.

Además, se han identificado 21 hábitats de interés comunitario y contabilizado 112 especies de flora y otras 74 especies de fauna.

Destaca la presencia de especies emblemáticas y en peligro de extinción, como la cigüeña negra, el buitre negro, el águila imperial ibérica, así como una amplia gama de rapaces, nutrias, corzos, cabras montesas y anfibios como el tritón jaspeado y el sapo partero.

Especial mención merecen los humedales, láminas de agua y cursos acuáticos, así como el patrimonio cultural y social que componen este entorno natural.

Con el objetivo de conservar de manera integral todo el ámbito territorial de la Sierra de Guadarrama, el 21 de mayo de 2001 el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), anunció el inicio de los trámites para declarar este entorno como Parque Nacional.

A finales de 2001 la Asamblea de Madrid aprobó una resolución en la que instaba al gobierno de su Comunidad a establecer los contactos con la Junta de Castilla y León para comenzar los procedimientos que permitiesen declarar la sierra madrileña como parque nacional, y en 2002 se suscribió el Protocolo de trabajo para la definición del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama (PORN).

En 2009 y 2010 la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León aprobaron sus respectivos PORN mediante real decreto y, una vez finalizado el trámite de información pública, en junio de 2012 el Consejo de la Red de Parques Nacionales acordó la declaración de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama como Parque Nacional.

Actualmente, la Red de Parques Nacionales está integrada por los espacios de Ordesa y Monte Perdido, Teide, Caldera de Taburiente, Aigüestortes i Estany de San Maurici, Doñana, Tablas de Daimiel, Timanfaya, Garajonay, Archipiélago de Cabrera, Picos de Europa, Cabañeros, Sierra Nevada, Islas Atlánticas de Galicia y Monfragüe.

La designación se hará efectiva tras su tramitación en las Cortes, prevista para el primer trimestre de 2013.

La política española de protección de espacios naturales se remonta a comienzos del siglo XX.
En 1916 se aprobó la primera Ley General de Parques Nacionales, que convirtió a España en país pionero de Europa en la defensa y gestión de su patrimonio natural.

Los Parques Nacionales, una figura importada de EEUU, donde en 1878 se creó el primero del mundo en Yellowstone, son espacios de alto valor ecológico y cultural declarados de interés general por ser representativos del patrimonio nacional.

Hoy, los Parques Nacionales se definen como aquellos espacios naturales, que en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora y fauna, poseen unos valores ecológicos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente y se declaran de interés general de la nación por ser representativos del patrimonio natural español.

Los objetivos generales de un Parque Nacional son proteger y conservar la integridad de sus ecosistemas; posibilitar su uso público; contribuir al conocimiento científico de sus valores naturales y culturales; favorecer el desarrollo sostenible y compatible de la zona en que se asienta, y representar los distintos sistemas ambientales de un país.

Desde 1996, el Organismo Autónomo Parques Nacionales planifica y gestiona esta red de incalculable valor.

Los parques naturales ocupan 2.671.168 hectáreas, el 72 % de la superficie protegida en España y un 5,4 % del total.