Despiden con inmenso pesar a los dos hermanos muertos en Valladolid

VALLADOLID- Cientos de personas se acercaron ayer hasta el Tanatorio de El Salvador de Valladolid para dar el último adiós a Jairo y María, los niños de 9 y 11 años presuntamente asesinados por su madre el pasado miércoles por la noche. Entre los familiares se encontraban el padre y la abuela, tremendamente afectados y con la mirada perdida. Numerosos amigos de la familia y compañeros de clase de los pequeños, en el Colegio de Nuestra Señora de la Consolación de las Madres Las Agustinas Misioneras de Valladolid, quisieron también acompañar los restos en su último viaje hasta el cementerio de Santovenia de Pisuerga, en Valladolid, donde ambos pequeños recibieron sepultura.
Dolor, mucho dolor y un inmenso pesar se respiraba entre la multitud, tanto a la llegada de los coches fúnebres con los restos de los dos niños, como a su salida. Hubo incluso varios momentos de tensión ante la presencia de los medios de comunicación, a los que reprocharon su presencia.
«Ha sido terrible, aún no me lo puedo creer», relataba uno de los asistentes al funeral, amigo de la familia.

«No estaba bien de la cabeza»
Otro persona, que reconocía ser amigo íntimo del padre aunque no quiso dar su nombre explicaba a este periódico, con indignación y profunda rabia, que la madre «no estaba bien de la cabeza». Afirmaba que no se estaba portando muy bien con su ex marido y aseguraba que en muchas ocasiones el padre de los pequeños le contaba amargado que la presunta filicida no le dejaba ver a sus hijos y que siempre que iba a verles le decía que estaban enfermos o se inventaba alguna otra excusa para evitar que el padre pudiera estar con los pequeños.
Según se desprende de las palabras de este amigo del padre, la madre llegó a poner incluso una denuncia a su ex marido porque en cierta ocasión debió de gritarles a los dos hijos. Asimismo, confirmaba que el padre estaba tratando de obtener la custodia de ambos.
Respecto a la investigación, la madre sigue detenida en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Clínico de Valladolid hasta que la policía y el juez puedan tomarla declaración de los hechos. Algo que no ocurrirá hasta que estado psíquico mejore. Tras la autopsia, las investigaciones apuntan a que la madre presuntamente los mató 24 horas antes de que la Policía encontrara los cadáveres. Al parecer, los sedó con somníferos y los asfixió cuando estaban dormidos. Algo que se confirmará la semana que viene cuando se sepan los primeros resultados del Instituto Toxicológico de Madrid.