Reino Unido
Eslovaquia prohíbe la entrada de huevos alemanes
Grasas vegetales contaminadas con dioxinas se mezclaron con piensos que comieron las aves alemanas
MADRID- Las alarmas sanitarias saltaron demasiado tarde. Reino Unido ha admitido que los huevos procedentes de animales alimentados con piensos contaminados con dioxinas en Alemania podrían haber sido empleados en algunos pasteles y quiche vendidos en supermercados británicos. O lo que es lo mismo, las dioxinas han podido llegar al consumidor final.
Dos fabricantes del Reino Unido utilizaron los huevos contaminados para la elaboración de productos destinados a minoristas, según ha señalado un portavoz de la Agencia de Estándares Alimentarios británica (FSA). Añadía, además, que los productos que contenían esos huevos eran perecederos en un corto plazo y, por lo tanto, podrían haber sido ya consumidos o estarían cerca de su fecha de caducidad.
Sin embargo, las instituciones sanitarias han realizado una llamada a la tranquilidad de los consumidores, asegurando que la cantidad de contaminante es ínfima y el consumo de dichos productos no conlleva riesgo alguno para la salud humana. En esa línea se mostró Ian Jones, portavoz de la asociación británica de productos derivados del huevo, al señalar que «no existe riesgo para las personas porque esos huevos habrían sido diluidos con otros productos».
El mercado del huevo y sus derivados es muy grande en el Reino Unido. El 24 por ciento de los huevos consumidos en el país británico se ingieren en productos procesados, y el 30 por ciento de los mismos son importados. El propio Jones instó a los consumidores a buscar el sello «British Lion», marca que certifica la calidad y la seguridad alimentaria.
La situación en Alemania, origen del brote de huevos contaminados, va de mal en peor. El número de granjas avícolas y porcinas clausuradas ya asciende a 4.700, según fuentes del Ministerio alemán de Agricultura, y hasta el momento se han localizado 150.000 toneladas de estos piensos contaminados destinados a la alimentación de cerdos y aves.
La gran mayoría de esas veinticinco granjas investigadas se encuentran en la zona de la Baja Sajonia, al norte del país germano. La mayor parte de ellas recibían los piensos de la empresa Harles & Jentzsch, cuyos productos presentan una contaminación de dioxina que supera a la máxima permitida. Dichos niveles de contaminación, observados en los primeros análisis, sitúan las cantidades de dioxina entre 12 y 16 pictogramos por gramo de grasa, lo que supone cifras tres o cuatro veces superiores a las permitidas. Estas investigaciones han constatado que el origen de la contaminación se produjo a raíz de mezclar productos o piensos de alimentación animal con grasas vegetales contaminadas con dioxina.
También en Holanda se han podido utilizar los huevos contaminados para elaborar diferentes productos, mientras Eslovaquia prohibió ayer la exportación de huevos y carne de ave desde Alemania.
✕
Accede a tu cuenta para comentar