España
La «piratería» triplica el mercado legal
El primer observatorio de «piratería» encargado por la Coalición de Creadores es muy rotundo. Cada año la industria cultural deja de ingresar unos diez mil millones de euros por las «descargas»
Las estadísticas en internet son, en ocasiones, una nebulosa fácilmente manipulable. Por eso la Coalición de Creadores ha querido encargar un informe fiable a una compañía líder mundial en el sector. De la observación de los hábitos de los internautas en el segundo semestre de 2009 se deduce un panorama desolador para las industrias del entretenimiento: el mercado negro en internet es tres veces superior al legal, es decir, la tasa de piratería ponderada asciende al 76 por ciento en nuestro país. La facturación del sector en ese período fue de 1.653 millones, mientras que el valor que hubieran tenido en el mercado los contenidos «pirateados» ascendería a unos 5.121 millones. El caso del libroSi bien la repartición entre los distintos sectores es desigual. El más afectado sigue siendo la música, que alcanza al 95,6 por ciento, es decir, traducido en cifras los 147,4 millones que se recaudaron de forma legal en ese periodo quedan ridículos al lado del 2.291,6 que estiman que podrían haberse ingresado en caso de que los intercambios o descargas directas hubiesen sido remuneradas. El cine también contempla como el 83,7 por ciento de los visionados de películas se producen sin pasar por caja. En el caso de los videojuegos, el mercado negro alcanza el 52,3%, lo que supone que el valor total de lo «pirateado» ascendería en el mercado a 246,2 euros, todavía por encima de los 225,0 que facturaron las compañías. El libro es por ahora el menos afectado, aunque la tasa de «piratería» ya asciende al 19,7 por ciento. Streaming vs p2pEn terminos relativos podríamos calificar esta cifra como la más preocupante, ya que los lectores electrónicos de libros apenas tienen penetración en el mercado de nuestro país. Es por eso que la industria editorial española se muestra muy preocupada por lo que puede ocurrir los próximos meses cuando empiece a popularizarse el ebook en la Península Ibérica. «El 90 por ciento de los best-sellers están disponibles para ser pirateados en dos semanas», denuncia Andres Diors, director general de la Coalición. El método favorito para obtener estos contenidos sigue siendo el intercambio de archivos a través de las redes «peer to peer», el ya célebre p2p. El 80 por ciento de los encuestados por IDC aseguran que realizan descargas a través de este método. La cifra es aún mayor si observamos las edades más tempranas, hasta llegar al 92% en los que tienen entre 16 y 24 años. «Si hubiéramos podido observar los hábitos de los menores de 16 esta cifra podría haber sido aún mayor», asegura Rafael Achaerandio, autor del estudio. La descarga directa y, sobre todo, el «streaming» es la otra modalidad que más interesa a los internautas, aunque sólo el 43% de los encuestados asegura practicarla. También en esta modalidad son los más jóvenes los que la usan con más intensidad, hasta el 69% de la población. Estos últimos datos resultan especialmente relevantes porque las medidas punitivas que plantea el Parlamento perseguirán sólo a los propietarios de páginas web que enlacen a contenidos protegidos por derechos de autor, es decir, no afectarían a los usuarios de las redes p2p. Entre tanta desolación aparece un dato positivo: más del 50 por ciento de los encuestados aseguran que pagarían por los contenidos que se descargan si existiera una oferta legal suficiente. Hacer el juego a los «piratas»«Cinco mil millones en un semestre es mucho dinero para cualquier sector –afirmó Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores–, pero además de una pérdida masiva de valor y de puestos de trabajo, el Estado también deja de ingresar unos 1.400 euros anuales en concepto de IVA e Impuesto de Sociedades» a causa de las descargas ilegales. La Coalición considera especialmente importante este dato en tiempos de recortes salariales a los funcionarios y congelación de las pensiones. Y todavía más relevante cuando consideran que para frenar esta sangría para las arcas públicas el Gobierno sólo tendría que «regularizar un sector que ya existe».
A la espera de la oferta legalLos que más están por la labor son los lectores, pues hasta el 69 por ciento lo haría. Los más reticentes son los cinéfilos, aunque la cifra de los que están de acuerdo con pagar ronda el 55 por ciento. La conclusión parece obvia: los internautas urgen a que haya más ventanas legales de venta de productos culturales en la red. La industria no se muestra dispuesta a ello hasta que las medidas contra la «piratería» estén en marcha, pues consideran que es ponérselo más fácil a los que se lucran con sus contenidos: «Ni una idea antes de que se aprueben las medidas», zanjó ayer categóricamente Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos. De momento, algunos de ellos se felicitan de la buena marcha de fenómenos como Spotify.
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