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Cinco operaciones de fusión en apenas medio año
MADRID- El acuerdo de fusión alcanzado ayer entre CaixaBank y Banca Cívica es el tercer movimiento que se produce en el sector financiero español desde la aprobación de la reforma del Gobierno, en febrero de este mismo año, y el quinto en el nuevo proceso de reordenación del sector, que comenzó el 1 de octubre del pasado año.
Hace ahora casi seis meses, Banco Popular y Banco Pastor escribieron la primera página de un nuevo capítulo de concentración del sector financiero. El 30 de septiembre de 2011, el Banco de España daba por concluido el proceso de fusión entre las cajas de ahorros, que redujo su número desde 45 entidades a 15, y que convirtió en bancos la práctica totalidad de las mismas, con las excepciones de Caixa Pollença y Caixa Ontinyent, dos entidades con negocios extraordinariamente concentrado en su zonas de origen y que no llegan a suponer siquiera el 15 del sistema financiero.
La entidad que preside Ángel Ron vio en el Pastor el compañero oportuno para ganar tamaño. Su movimiento fue seguido unas semanas después, aunque esta vez en forma de subasta. El Banco de España puso en manos del mejor postor la Caja de Ahorros del Mediterráneo. El Banco Sabadell apostó fuerte (tan fuerte que se quedó como única entidad en la puja) y se quedó con la caja intervenida en julio y a la que hubo que inyectar 2.800 millones de capital y 3.000 millones para asegurar la liquidez de sus operaciones.
En el presente mes se han producido ya dos operaciones de concentración. El 7 de marzo, BBVA se adjudicó, también en proceso de subasta, Unnim, el banco resultante del proceso de fusión de las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu. No ofreció nada por la entidad, pero como dijo el Banco de España, fue la que menos ayudas pidió (953 millones de euros).
Apenas unos días después, Unicaja y Caja España Duero finalizaban unas casi interminables conversaciones para dar lugar a la séptima entidad del país por tamaño. Ahora, en el horizonte inmediato aparece la subasta del Banco de Valencia, por el que echará el resto Banco Mare Nostrum. Para más adelante quedarán las pujas de Novacaixagalicia y Catalunya Caixa.
El primer plazo se agota
El próximo sábado vence el plazo dado por el Ministerio de Economía para que todas las entidades financieras, sea cual sea su situación, envíen al Banco de España cómo piensan cumplir con las nuevas exigencias de capital y provisiones aprobadas en la reforma del pasado mes de febrero. Aquellas que tienen previsto emprender un proceso de fusión tendrán que hacerlo saber, aunque no se les exigirá que digan con quién. El Banco de España tendrá hasta el 20 de abril para aprobar los planes.
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