Estados Unidos

Una lucha sin tregua por Juan Roldán

La Razón
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Cualquier Gobierno que llegue a la presidencia de México tiene claro que su misión principal, en lo que respecta a la seguridad, es la lucha contra el narcotráfico. Ahora le ha tocado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que dirige Peña Nieto, que recibirá los poderes del Gobierno de Felipe Calderón en unos meses. Ayer se consiguió eliminar a uno de los líderes de los narcos perteneciente al cartel de los Zetas, conocido como El Lazca, que controlaba el suministro y distribución de la droga en el Golfo de México. Pero el fin de semana pasado los narcotraficantes ya dieron un aviso al próximo presidente al asesinar al hijo de Humberto Moreira, de 25 años. Moreira uno de los gobernadores más prestigiosos de México, fue pieza clave para que Peña Nieto se hiciera con la candidatura presidencial del PRI en 2011 y que en la actualidad preside el PRI. México es por su situación geográfica una puerta de salida para unos narcotraficantes que canalizan también la droga que llega de Centroamérica y tienen siempre en el objetivo al consumidor del vasto país vecino. El problema es que México sufre la violencia del crimen organizado en su propio país y necesita un doble esfuerzo para que no se dañen el comercio nacional y la industria turística en particular.