Edurne Pasabán: «Tengo muy complicado ligar: los asusto» por Amilibia

–«Objetivo: confianza». ¿En qué tiene usted mucha confianza?
–En mí misma. Hay que confiar en uno mismo, luego en los demás.
–¿Es confiada?
–Sí. La desconfianza reduce oportunidades, cierra puertas.
–¿El problema de nuestro país?
–Que tenemos mucho talento, pero no nos lo creemos.
–Es coach, ingeniera, conferenciante, profesora, empresaria, alpinista. ¿Qué quiere ser de mayor?
–Madre antes de que se me pase el arroz. Por lo menos, de un hijo.
–Se ha enfrentado a sus miedos escalando. ¿Qué le aterra ahora?
–El fracaso. La muerte no, la he visto de cerca. No tiene buena cara.
–¿Es más duro estar parado que superar un ochomil?
–Sí, y más duro que coronar el Everest.
–¿Qué le ha enseñado la montaña?
–Humildad, solidaridad, libertad. Y que con esfuerzo se consigue todo.
–No necesita creer en héroes ni en heroínas. ¿En qué necesita creer?
–En los maestros. En los sabios.
–Es una persona normal, dice, con aspiraciones fuera de lo corriente...
–Moriré el día que no tenga sueños. Ahora me gustaría subir montañas de 6.000 o 7.000 metros que nadie ha subido.
–Sufre penalidades, se congela, ¿y qué hace cuando alcanza la cima?
–Hacer fotos para dar fe de que he llegado y bajar. Es un momento de nervios, nada romántico ni bucólico.
–¿Qué está subiendo?
–La desconfianza y la mala leche.
–¿Y qué está bajando?
–La confianza y el buen humor. La gente está muy cabreada.
–Es que bajar es más difícil que subir...
–También en la montaña: te relajas y ahí está el peligro.
–¿Con qué reto no se atrevería?
–Con el político. Es un ochomil muy difícil de escalar.
–¿Es verdad que a los hombres les cuesta acercarse a las mujeres fuertes?
–Sí. Les damos miedo. Yo tengo muy complicado ligar: los asusto.
–Pues qué dirá Angela Merkel...