Andalucía

Al César lo que es del César

La Razón
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Joe McGuinis en su libro «¿ Cómo se fabrica un presidente ?» destripó los trucos y trapacerías de la campaña de Nixon y Kennedy: interacción de maquillaje, rictus y gestos ensayados, luces que realzan o destruyen, guionistas febriles o pilotos rojos que avisan al candidato que entra en directo en los informativos de la costa Este u Oeste. Todo lo hemos copiado menos la inteligencia, y en Cataluña principales mendigos del voto hacen gala de indigencia mental como el separatista Puigcercós, muy agradable cuando no levita, denunciando que en Andalucía no paga al fisco ni Dios, siendo la tierra de María Santísima. Sólo la tesis envenenada de que el presidente ha entrado en la liza catalana para domeñar a su sucursal PSC, que quiere poner tienda propia, y expulsar a Montilla a las tinieblas exteriores, explica sus desbarres teológicos.

Ido ya el Papa viene Zapatero a aclararnos que una cosa son las leyes del Estado y otra las de la Iglesia. Me suena que hace más de dos mil años alguien ya dijo a los fariseos que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, pero ZP lo ha enfatizado muy ufano como si acabara de descubrir la penicilina. ¿ A cuento de qué viene esto en la Cataluña que sale del calvario tripartito? Zapatero se casó canónicamente con Sonsoles porque le plugo, pudiendo haber matrimoniado sólo por la Ley del César. Benedicto XVI le ha puesto de los nervios y por eso sería que manoteaba tanto en su entrevista relámpago. Si tan claro lo tiene ¿ por qué mete en el cajón su enésima ley de libertad religiosa?