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Luz Casal volverá a ser operada mañana por Jesús Mariñas

Luz Casal fue condecorada doblemente este fin de semana
Luz Casal fue condecorada doblemente este fin de semanalarazon

En las últimas 48 horas, Luz Casal echó el resto. Tras recoger la Medalla de Oro de la Ciudad de Madrid que reconoce su afincamiento castizo durante 31 años, ayer la proclamaron Hija Predilecta de Boimorto, en nuestra adorada Coruña. Luz admite, acepta y se resigna ante la nueva intervención, porque el mal innombrable reapareció en el otro pecho. Aunque Ruiz-Gallardón habló de esfuerzo –y sabe lo que dice, estremeció al reconocerlo–, la cantante dio muestras de su brillantez antes de ser internada. Mar Utrera, elegantísima, la contemplaba admirándola enfundada en lino gris. Y es que Luz resplandeció entre la multiplisada organza de Amaya Arzuaga en un rosa definido como «muy fuerte». La flanqueó Manolo Sánchez, un mánager que podría escribir la Historia de nuestro último medio siglo musical después de caminar con Marieta Durcal y Rocío Jurado. Manolo defiende a Junior:«Qué me van a contar que yo no sepa», recordó quien se asoció con Camilo Sesto en un Olimac que se cargó a Pablo Abraira, de quien el alcoyano tenía celos más allá de lo artístico. Ojalá lo aireen, como la primicia de que el acristalado Ayuntamiento madrileño albergará bajo su torre un restaurante de superlujo con vistas a la Cibeles. Nos internacionalizamos, y al despacho presidencial llegarán recetas exquisitas.Precisamente Lucio se abufandó por miedo al fresco, mientras que el embajador norteamericano compitió con él luciendo en la solapa la bandera de barras y estrellas, y Julio Ayesa presumió de que su pañuelo de pecho «me lo regaló John John Kennedy». Su tía Eunice estaba entre las íntimas de Pitita Ridruejo, a la que ahora reconocen dotes visionarias: «Hace años predijo que el mar se volvería rojo –la consecuencia del volcán– y los actuales males de la Iglesia», apuntaban. Soraya Sáez de Santamaría puso nostalgia retro con su abrigo sesentero de estampado casi hippy. Nuria González impactó con su Kelly Bag rosa –un alarde–, mientras que Fernández Tapias correspondió con corbarta y pañuelo en el mismo tono. Rodrigo Rato destacó por su viva corbata de aros verdosos, casi en el tono de la elegida por el empresario Arturo Fernández.Y, entretanto, nadie entendió por qué a Cayetana de Alba no le impusieron, aunque se la entregaron en un estuche, su aurífero medallón.