Mucho Madrid

Han acabado las fiestas de la Paloma, verdadera feria de pueblo de la capital, y es oportuno reivindicar un vino madrileño. En este caso procedente del sureste de la comunidad, en tierra de Morata de Tajuña. Con sólo 28 hectáreas de viñedo, hay una bodega que elabora sólo un vino, de mucho interés y tan raro y hermoso como la vida y el arte. Es Licinia, un ensamblaje de syrah, tempranillo y cabernet que saca muchas notas florales y mucho sabor en boca. El nudo gordiano de la bodega es la viticultura ecológica y el tacto en el campo. El vino es guinda picota, con destellos violáceos y con muchos aromas y frutas y especias dada su fermentación en barrica. Y en su paso de boca hay una medida acidez y un tono muy sabroso. Un vino para no perderse y beber en el final del agosto madrileño.

Bodegas: Licinia
D. O: Madrid
Nombre: «Licinia»
Precio: 21 euros
web:
www.licinia.es