El síndrome de David Prieto por Lucas Haurie

No es grato unirse al coro de críticos con Del Bosque, a quien jamás se le reconocerán los méritos. Pero son los gajes del oficio. En el otoño de 2008, el recién nombrado seleccionador visitó Sevilla y fue interrogado sobre la ausencia de sevillistas en la convocatoria. Elogió a unos cuantos futbolistas potencialmente internacionales y reveló un minucioso seguimiento a David Prieto, un canterano ascendido al primer equipo, para su inclusión en la sub 21. Impecable… si el chico no hubiese estado a punto de festejar su 26 cumpleaños. De fútbol no sé demasiado, pero de los equipos sevillanos, a los que sigo a diario, se me escapan pocas cosas. El seleccionador anunció en la víspera que se disponía a disputar el partido más importante de su vida. Si lo hizo con Negredo en el once titular, es que no lo ha visto jugar. Lo conoce de oídas, como a David Prieto en su momento, y de algunos resúmenes en Estudio Estadio. Su fe ciega procede de la época de ambos en el Real Madrid. Hoy en día, el vallecano en una semifinal de la Eurocopa está tan fuera de lugar como Torrebruno en la NBA. En el minuto 54, hacía falta marcar y el entrenador tuvo que quitar al delantero centro. No cabe mensaje más nítido. Cristiano la tuvo en el penúltimo minuto; Iniesta, en la prórroga pero el duelo ibérico se decidió en los penaltis. Justo después de que yo mandase este artículo. En los últimos teclazos, me temblaban las manos. ¿Seguimos invictos en las semifinales?