Que la fuerza te acompañe

Nucleares: ¿si o no? He aquí el dilema. Nada hay en este mundo que sea seguro ni que cien años dure. La naturaleza también destruye violentamente, pero una vez ha cesado su virulencia no parecen quedar efectos perversos como los cánceres o mutaciones genéticas que pueden derivarse de las creaciones humanas. Todo entraña riesgo. Todo, o casi todo, puede usarse para el bien o para el mal. Lamentablemente, mientras al ser humano «Abel» le da por crear, a «Caín» le da por destruir.
No soy una experta en el tema, ergo no sé si la energía nuclear es más barata ni si es de verdad tan segura como dicen hasta que deja de serlo. Los gobiernos del mundo tienen razones que, a veces, la gente no compartimos y que incluso, en otras, van en nuestra contra.
Por eso tengo claro que la hipocresía en la política debería estar penalizada: mientras aquí había que cerrar nucleares, le comprábamos la energía a Francia. Si a los franceses les reventase el «souflèe», aquí nos herviría la paella. Por consiguiente, o eliminan las centrales nucleares de la faz de la Tierra, o estemos donde estemos, nos alcanzará el tsunami nuclear.
El año 2012 es, según profetizan algunos, el fin del mundo. Ojalá lo fuese de uno repleto de mentiras, intereses políticos al margen del ciudadano y guerras varias. Me gustaría que 2012 fuese el comienzo de una nueva era de paz, prosperidad, luz y armonía, donde los políticos gobernasen pensando en el bien general de los ciudadanos. Que la fuerza nos acompañe en 2012.