El «aquelarre» etarra

Rajoy sólo espera la renuncia incondicional de ETA a las armas

El PP denuncia que el Gobierno no le informó de la «conferencia de paz»

Rajoy visitó ayer con Basagoiti la empresa vasca Gestamp Automoción
Rajoy visitó ayer con Basagoiti la empresa vasca Gestamp Automociónlarazon

MADRID- El PP sigue midiendo al milímetro sus valoraciones públicas sobre ETA y sobre los cánticos que anuncian el final de la banda para «no hacerle la campaña electoral a los de Batasuna», explican. Pero en privado se acumulan las quejas. Dicen, por ejemplo, que el Gobierno no les ha dado información sobre la «conferencia de paz». «No nos han contado nada de la conferencia, ni antes ni después ni durante», denunció ayer por la tarde oficialmente un miembro de la dirección. Los contactos sobre la lucha antiterrorista siguen a través del canal establecido en tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba, ahora entre otro ministro del Interior, Antonio Camacho, y el mismo portavoz popular, Federico Trillo.

Pero también, según la versión del PP, se han vuelto más «esporádicos» a medida que el Ejecutivo ha acentuado en su discurso público el mensaje de que el fin de ETA es «inminente». «De los chismes no dicen, ni han dicho nunca nada, ni pío», comenta la misma fuente autorizada sobre la información que tienen del posible inminente comunicado etarra anunciando el «cese definitivo de la violencia».

En privado, Génova también subraya que la «conferencia de paz» ha sido organizada a la medida de ETA-Batasuna para hacerle la campaña a Amaiur y que las condiciones que establece el comunicado en su punto segundo y cuarto son absolutamente inadmisibles y amplían el margen de actuación que podría tener Rajoy en el caso de encontrarse, nada más llegar a La Moncloa, con una declaración por parte de la banda de renuncia a la violencia con las condiciones legitimadas por los mediadores internacionales.

Este sentir interno no es baladí, ya que resume la combinación de escepticismo y pragmatismo que guía la estrategia del PP en la gestión de los posibles movimientos de ETA en plena campaña electoral. Y explica también el reparto de papeles dentro de un guión, con vistas a La Moncloa, que sigue ajustándose a la hoja de ruta de la «derrota» de los terroristas. Rajoy visitó ayer con Antonio Basagoiti la empresa vasca Gestamp Automoción y almorzó con la plana mayor del empresariado vasco. Sobre la «conferencia de paz», no pudo ser más parco en palabras. Pocas, pero elegidas al milímetro: frente al modelo de Anoeta de los pacificadores profesionales, él dice que sólo le interesa una renuncia definitiva e incondicional de ETA a la actividad criminal. «No voy a contribuir a la ceremonia de la confusión. Desde la Ley, desde el Estado de Derecho y desde la fuerza de la democracia se puede derrotar a una organización terrorista», dijo.