Monti liberaliza sectores clave para sacar a Italia de la crisis

Tras las subidas de impuestos, los recortes en el gasto público y la reforma de las pensiones, el Gobierno italiano, liderado por el ex comisario europeo Mario Monti, ha sometido a la economía del país a una nueva cura, las liberalizaciones. El Ejecutivo pretende que al aumentar la competencia, sectores que estaban enrocados en sus privilegios se dinamicen y contribuyan a sacar a Italia de la crisis.

Después de un Consejo de Ministros maratoniano que se prolongó durante ocho horas, Monti anunció que había sido aprobado un paquete de medidas que supondrán una «gran acción económica y social». «Mejorar la competencia y liberalizar no significa aumentar un poco más la jungla para favorecer la economía, sino eliminar sobre todo barreras para los jóvenes, limitar los poderes públicos con reglas de mercado y hacer de garante contra los monopolios», explicó Monti. Su Gobierno pretende actuar sobre los tres lastres que han frenado la economía: «La competencia insuficiente, las infraestructuras inadecuadas y la complejidad de los procedimientos administrativos».

Las medidas aprobadas por el Gobierno supondrán una mejora para los ciudadanos, según el primer ministro. «Liberaremos a los italianos de las tasas ocultas, de los precios y tarifas impuestos por quienes tienen una posición de privilegio». Las asociaciones de consumidores se han manifestado en la misma línea. Según sus estimaciones, cada familia italiana podría ahorrar hasta 900 euros al año gracias a las liberalizaciones. El aumento de la competencia llevará de la mano una bajada de precios que beneficiará a los ciudadanos. En total, estas medidas podrían tener un impacto de 21.600 millones en la economía.

Las liberalizaciones afectan a diversos sectores, como las farmacias, las notarías, los taxis, las gasolineras, los abogados y los seguros, entre otros. Para mejorar la competencia y conseguir un descenso en el precio de los medicamentos, el número de boticas crecerá en Italia desde 18.000 hasta 23.000. También aumentan los notarios. Habrá 500 más. Además, cada tres años se comprobará el número de ciudadanos por cada uno de estos profesionales para garantizar la competencia. Los abogados, por su parte, verán disminuidos los privilegios con que cuentan al estar colegiados, por lo que, como todos los grupos afectados, prometen guerra contra el Gobierno.

Una de las liberalizaciones más esperadas es la de las gasolineras. Con las nuevas medidas, no sólo las petroleras podrán vender carburante, como ocurre ahora, lo que se espera que provoque una bajada de los precios. De todos los sectores, el taxi ha sido el que con más virulencia ha rechazado el intento de Monti de aumentar la competencia. El Ejecutivo se ha conformado con aumentar el número de licencias.

A las liberalizaciones podría seguir una ola de privatizaciones. Se calcula que las participaciones estatales en empresas llegan a los 600.000 millones de euros. Su venta reduciría en una tercera parte la deuda pública de Italia.