El «narco» Oubiña sale de prisión 22 años después

Madrid- El narcotraficante gallego Laureano Oubiña abandonó ayer la prisión de Navalcarnero, tras haber cumplido varias condenas por tráfico de drogas desde 1990. Oubiña abandonó la cárcel con dos maletas que llevaba en un carro de mano y que cargó en un todoterreno de color negro con los cristales tintados, en el que le esperaban dos personas. El narcotraficante, de 68 años, no hizo declaraciones a su salida, pese a que le esperaban numerosos periodistas a los que la Guardia Civil obligó a situarse fuera del recinto penitenciario. Tras su salida de prisión, Laureano Oubiña tendrá que volver hoy a la Audiencia Nacional, donde se le juzga desde el lunes por un delito de blanqueo.

Desde septiembre de 2011, Oubiña, que había solicitado el tercer grado penitenciario al haber cumplido la mitad de su condena, ha podido disfrutar de varios permisos que le han permitido volver a Galicia algunos fines de semana.

En el segundo de esos permisos el 29 de octubre pasado, el juez le permitió por primera vez abandonar la provincia de Palencia, donde cumplía condena en la cárcel de Dueñas, para visitar en Vilagarcía de Arosa la tumba de su segunda mujer, que falleció en 2001.

En 2010, la Audiencia Nacional fijó la fecha de excarcelación de Oubiña para ayer, decisión que después confirmó el Tribunal Supremo en julio de 2011 al rechazar la petición del narcotraficante de reducción de pena. El TS consideró que no había razones para reducirle su estancia en prisión porque ya en mayo de 2010 había descontado de su condena los 251 días de cárcel que entendió había cumplido en exceso por la «operación Nécora».

Un delito fiscal le llevó a la cárcel
El más famosos de los «capos» del contrabando y el hachís gallegos desde que en 1990 el juez Baltasar Garzón ordenó su detención cuenta con un polémico historial. Absuelto de todas las acusaciones que le vinculaban con la cocaína, sí le condenaron por delito fiscal y resistencia a la autoridad y sus principales condenas judiciales son a cuatro años y cuatro meses de prisión por un alijo de seis mil kilos de hachís interceptado en Martorell (Barcelona), a seis años y nueve meses por otro alijo en Vigo y a la misma pena por trece toneladas de hachís en el buque «Regina Maris». El narcotraficante tiene todavía dos causas pendientes en la Audiencia Nacional por presunto blanqueo de capitales.