Elecciones generales
Vapuleo
Se acabaron la vacaciones, y a menos que uno sea Troitiño, no hay más remedio que volver a la dura realidad, que dicho sea de paso, no presenta novedades destacables. Las encuestas electorales, por ejemplo: no hace falta ser becaria de Astrocanal TV para vaticinar con amplias posibilidades de acierto que el PP le va a dar un repaso al PSOE en mayo, que es lo que dicen todos los sondeos a excepción de uno, que inexplicablemente recorta la diferencia entre ambos partidos a tan sólo dos puntos, lo cual tiene su mérito, porque como acierte, la empresa que lo ha elaborado se forra, pero como falle, no le vuelve a dar trabajo ni la Junta de Andalucía que ya sabemos que es generosa en dar amparo laboral a los amiguetes.
Pero volviendo al tema electoral, si alguien pensaba que la unanimidad al vaticinar que el ángel de la guarda del PSOE está a punto de arrojar la toalla, iba a rebajar la intensidad de la campaña, ya puede ir a hacérselo mirar. A cuatro semanas de la cita con las urnas, la política vuelve a ceder paso al partidismo y las propuestas, al vapuleo, que en boca de algunos suena a pataleta mal reprimida o a campaña mal enfocada.
No se entiende, por ejemplo, que Tomás Gómez, que lleva en su lista a una imputada por prevaricación, siga insistiendo en la responsabilidad de Aguirre en el «Gürtel» el día en que ésta presenta sus listas limpias de sospechosos; ni que Blanco pretenda ganar votos llamando cobarde a Rajoy al mismo tiempo que acusa al líder popular de intentar «generalizar» la campaña municipal. Los votantes, aunque a veces parezca que no nos enteramos, solemos ser sensibles a la incongruencia. Y las encuestas, visto lo visto, también.
✕
Accede a tu cuenta para comentar