Propuesta procedente por Iñaki Zaragüeta

Madrid con mayor motivo, pero también en el resto de capitales. La propuesta de la delegada del Gobierno de la Villa y Corte es procedente. Es necesaria nueva regulación del derecho de manifestación. No puede ser que cualquiera, por cualquier motivo, tenga en su mano organizar el caos urbano. No merece el mismo trato la manifestación del 1 de mayo que, expresado con todos mis respetos, la protesta de un grupo de veinte o unas decenas de personas, cuando las dos llegan a originar los mismos perjuicios para el resto de los ciudadanos. El derecho de reunión o manifestación no conlleva obligatoriamente la legitimidad de sembrar la anarquía en las vías públicas. Movimientos como el 25-S no pueden campar a sus anchas, menos sin respeto a la ley. Vivimos un momento de especial crispación por la crisis y la falta de soluciones. Cada vez son más las personas con problemas y decididas a expresar su disconformidad. La dinámica ascendente del conflicto en las calles es preocupante –sólo en Madrid las manifestaciones han crecido un 97 por ciento respecto a 2011–, una escalada que el Gobierno está obligado a controlar. Cristina Cifuentes acertaba ayer al plantear la cuestión. No se trata de recortar derechos sino de defender los de la colectividad a través de la racionalidad. Lo pedimos la mayoría de los ciudadanos, lo cual no significa el desmarque de la gravedad en la situación de numerosas familias, al alza. La experiencia demuestra que esas miniconcentraciones no logran la solución. Una cosa más. Los sindicatos tienen gran responsabilidad en favorecer la convivencia. Que demuestren una vez que sirven para algo y a la mayoría. Así es la vida.