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Los empresarios piden a Zapatero no bajar la guardia

La Moncloa volvió ayer a convertirse en el escenario que albergó la segunda cumbre entre el presidente del Gobierno y los empresarios y banqueros más importantes del país.

José Manuel Lara, Antonio Brufau, Juan Rosell y Alfredo Pérez Rubalcaba acompañaron a Zapatero en la mesa
José Manuel Lara, Antonio Brufau, Juan Rosell y Alfredo Pérez Rubalcaba acompañaron a Zapatero en la mesalarazon

El propio presidente de la CEOE, Juan Rosell, puso el énfasis en que este avance no sólo es perceptible para las empresas españolas, sino también para los inversores internacionales. Como ejemplo de lo dicho, José Luis Rodríguez Zapatero destacó los cien puntos básicos de reducción del diferencial del coste de financiación de nuestra economía respecto a noviembre pasado, fecha en la que tuvo lugar la primera reunión.

Pese a ello, los 40 empresarios que acudieron a la cita, acompañados por los presidentes de Anfac y de la CEOE, coincidieron en demandar al jefe del Ejecutivo – que asistió escoltado por sus vicepresidentes primero y segundo– que no baje la guardia para no tirar por la borda lo conseguido hasta la fecha. Zapatero, por su parte, aseguró coincidir plenamente con esta petición. Acto seguido, los empresarios le demandaron seguir profundizando y acelerando las reformas emprendidas, «las únicas que nos sacarán de la crisis». Para despejar cualquier tipo de duda que pudiera albergar algún miembro del Ejecutivo sobre el beneficio de las mismas, uno de los asistentes le hizo ver a Zapatero que esta mejoría de la economía es sólo imputable a los cambios estructurales que ha adoptado su Gabinete, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes de los invitados al evento. En este escenario, apostaron por una vuelta de tuerca a la reforma del mercado de trabajo y, concretamente, por acelerar la incorporación de mayores dosis de flexibilidad en las reglas de juego laborales. El presidente respondió a este requerimiento con la promesa de que en abril habrá proyecto de ley sobre negociación colectiva con o sin acuerdo de los sindicatos y empresarios.

No obstante, según el relato de Rosell, todo indica que, al final, no será necesario que cumpla el ultimátum dado ayer a los interlocutores sociales sobre el plazo de negociación. El presidente de la CEOE dedicó su intervención a presentar a los asistentes a la segunda cumbre empresarial de La Moncloa un informe sobre el momento en el que se encuentran las negociaciones que mantienen la patronal con las organizaciones sindicales sobre la reforma de la negociación colectiva. Con este informe, Rosell aportó una «razonable esperanza» de que, al final, será posible el acuerdo. Incluso su exposición hizo que Zapatero desechará, al menos ayer, tener que incorporar en la nueva norma de negociación colectiva algunos puntos que los agentes sociales no aclaren en su pacto. Además, el Gobierno se comprometió durante el encuentro a impulsar la internacionalización de nuestras empresas. Para ello, Zapatero anunció que este viernes, el Consejo de Ministros dará su visto bueno a la modificación del ICEX. «El aumento de la capacidad exportadora de nuestras empresas será el auténtico índice de competitividad de la economía española», prometió.

Otros temas

La «créme de la créme» del mundo empresarial y financiero del país y el Gobierno también abordaron el plan para luchar contra la economía sumergida y la reforma del sistema financiero. Además, analizaron la política energética. En esta cuestión, los empresarios le demandaron que continúe con las reformas del sector para garantizar a medio plazo la estabilidad de los precios. Zapatero se mostró dispuesto en este capítulo a abrir una reflexión. Durante la reunión se trató también las cuestiones que más influyen en el relanzamiento de la competitividad de nuestras compañías.

Amén de la reforma de los colegios profesionales anunciada ya por el Ejecutivo y de la flexibilización de los horarios comerciales, el jefe del Gobierno destacó la trascendencia de impulsar la formación de los trabajadores y, especialmente, de los más jóvenes. Por eso les demandó que suscribieran con el Estado un plan de 30.000 becas, de las que 2.000 fueron comprometidas por el Banco Santander. En los próximos días se constituirá un grupo de trabajo, liderado por César Alierta y Elena Salgado, para el seguimiento de este plan. Por último, pactaron utilizar la estructura de formación que poseen las grandes empresas para desarrollar formación de trabajadores de otras compañías de su sector.


Las claves de la reunión
- Acelerar las reformas y profundizar en ellas.
- Flexibilizar el mercado laboral.
- Ayuda a la internacionalización de la empresa.
- Seguir avanzando en la política energética.
- Mejorar la competitividad.
- Consolidar las finanzas públicas.
- Reforma del sector financiero.
- Aflorar puestos de trabajo «ocultos».