Atenas

Papandreu: «Sacrificios o catástrofe»

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Atenas- Los griegos afrontan en los próximos tres años «dolorosos sacrificios» por el duro programa de austeridad que pretende ahorrar 30.000 millones de euros, y que permitirá ahora a Atenas acceder al plan de rescate. «Los sacrificios de hoy son duros pero necesarios. Si no los hacemos Grecia irá a la bancarrota. Los sacrificios nos darán el tiempo necesario para aplicar los grandes cambios que necesitamos», subrayó ayer el primer ministro heleno, Yorgos Papandreu, en un consejo de ministros extraordinario emitido en directo por televisión.A cambio de esta terapia de «dolorosos sacrificios», supervisada por el FMI, el primer ministro indicó que el monto de la ayuda financiera internacional será de una envergadura «sin precedentes a nivel mundial». «Nos encontramos en una encrucijada histórica para salvar al país. La única línea roja de mi Gobierno es no permitir que el país caiga en la bancarrota», remarcó el líder griego, que dijo que hubo que escoger entre «la catástrofe o el sacrificio».Papandreu adelantó que el dinero de la ayuda internacional será suficiente para cubrir los gastos del trienio 2010-2012, ya que en la situación actual «el país no está en condiciones de refinanciar sus necesidades de 60.000 millones de euros anuales en los mercados internacionales».Los detalles del programa de ahorro prevén menos inversiones públicas, recortes en los salarios de los funcionarios, las pensiones, subidas de impuestos, privatizaciones y facilidades en el despido. El objetivo final es ahorrar un total de 30.000 millones de euros, equivalente al 11% del Producto Interior Bruto, para reducir el galopante déficit público del 13,6% a menos del 3% en 2014. También calculó que la deuda pública aumentará hasta casi el 150% del PIB en 2013, para bajar a un 144,3% del PIB en 2014. El coste de reducir en siete puntos del PIB el gasto público será que la economía caerá el doble de lo inicialmente estimado por las autoridades griegas, hasta contraerse un 4% en 2010.