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Messi sigue pulverizando todos los registros posibles

El argentino Lionel Messi está pulverizando todos los registros posibles como azulgrana, aprovechando que se encuentra en un estado de forma óptimo que le hace ver puerta con tanta solvencia que lleva siete partidos seguidos marcando gol.

En esta racha de siete partidos se cuela en medio la ida del Ceuta-Barça que el argentino no jugó. Al margen de estos noventa minutos sin el astro barcelonista en el campo, Messi ha sumado siete partido seguidos con el gol como compañero: Villarreal (2 goles), Ceuta (partido del Camp Nou), Getafe, Copenhague (Dinamarca), Sevilla (2), Zaragoza (2) y Copenhague (2, Camp Nou).

Si hace unos días logró el gol 100 como barcelonista, pero sólo en la etapa con Josep Guardiola como entrenador, Lionel Messi (23 años) parece dispuesto a dinamitar todos sus registros, especialmente en la parcela goleadora, en la que es el máximo realizador de su equipo.

Ante el Villarreal, Messi volvió a echarse el Barça a la espalda y en dos acciones en la segunda parte encaró el triunfo para el Barcelona (3-1) y sumó dos tantos más en su casillero, que le permiten mantener el pulso que se ha marcado con el madridista Cristiano Ronaldo, el pichichi de la Liga.

Bota de Oro en la temporada pasada, Messi sigue marcando registros de verdadero estilete, aunque su demarcación no es la de un delantero fijo al uso. Con sus dos tanto contra el Villarreal, Messi llega a los diez en la Liga y a los 19 en la temporada.

Otro jugador que tampoco está desentonando es el asturiano David Villa, sobre quien pesó la crítica de que le costaba ver puerta en el arranque de la temporada, pero que en los últimos partidos no ha dejado de marcar, aunque siempre eclipsado por la estela de Messi.

Con el tanto contra el Villarreal, con el que el Barcelona inauguró su casillero, Villa se consolida con seis tantos en la Liga como el segundo máximo goleador del conjunto azulgrana, y todo un especialista en asistencias de gol que tan buenos resultados está dando al conjunto azulgrana.

Al margen del buen momento que vive el ataque azulgrana con Messi y Villa, una sociedad que cada día está más en forma, el Barcelona debía resolver contra el Villarreal un grave problema que se le ha manifestado en el eje de la defensa. El nuevo experimento con Abidal como central acabó resultado más que satisfactorio.

Así lo certificó Pep Guardiola al término del partido, además de argumentar que no le inquieta que el número de centrales sea tan bajo (Puyol, Milito y Piqué), porque confía en la polivalencia de Abidal.

El defensa francés, algunas veces poco centrado cuando ha debido situarse en el centro de la defensa, resolvió contra el Villarreal el examen que se le presentó con una nota muy alta, ya que estuvo certero, contundente y sin errores, lo que dio mucha seguridad a un Barça que debía experimentar justo el día en que se presentaba un rival con una de las duplas más contundentes de la Liga: Nilmar y Rossi.

Con esta prueba de fuego superada, Guardiola puede respirar un poco más tranquilo, después de que Gabi Mililo deberá estar de baja entre cuatro y seis semanas, y porque Piqué, a pesar de haber cumplido una sanción de un partido tras ser expulsado en Getafe, sigue arrastrando cuatro amarillas, con el clásico a la vuelta de la esquina.

Después del triunfo de anoche, el Barcelona se ha tomado la jornada de descanso y no volverá a los entrenamientos hasta el martes a las 11:00 horas en su Ciudad Deportiva, aunque debido a las bajas por los amistoso de las selecciones, Guardiola deberá de echar mano otra vez del filial.