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«Borgia» fresco sobre la violencia y la lujuria

Cosmopolitan estrena hoy esta ambiciosa coproducción europea

En la imagen, dos de los protagonistas de la serie
En la imagen, dos de los protagonistas de la serielarazon

Hay personajes que parecen cincelados en la Historia por el guionista más maquiavélico de Hollywood, ya que reúnen las peores cualidades de la condición humana. A esa categoría pertenecen Los Borgia, una familia sin escrúpulos y extremadamente cruel si de lo que se trataba era de lograr el mayor poder posible en el Vaticano del siglo XV, cuyas vidas parecían no tener sentido sin múltiples conspiraciones y violencia, aderezadas por un apetito sexual insaciable. La vida de Rodrigo Borgia –que pasó a la historia como el Papa Alejandro VI– y de su dinastía es el eje sobre el que gravitan todas las tramas de «Borgia», que Cosmopolitan estrena hoy a las 23:15. A lo largo de doce capítulos el telespectador podrá ver cómo una familia española sin pedigrí logra en apenas 50 años situarse política y religiosamente en el Vaticano del siglo XV y producir dos papas y una docena larga de cardenales a través de métodos siempre heterodoxos y ausentes de ética.

Entonces, el Vaticano era un formidable centro de poder que ejercía de árbitro entre los reinos e imperios, que no dudaban en comprar bulas, perdones e incluso la salvación eterna.

Esta ambiciosa producción europea, que ha contado con un presupuesto de treinta millones de dólares, arranca cuando Rodrigo Borgia –interpretado por John Doman, al que se le ha podido ver en series como «Ley y Orden»– es vicecanciller de la Iglesia e intenta convencer a un moribundo Inocencio VIII de que nombre a los reyes de España, Isabel y Fernando sus «Muy Católicas Majestades». El propósito no es otro que unirse a la familia real española y consolidar su posición en la corte.

Deriva de sangre y sexo
Cada vez más poderoso, el asesinato de uno de sus hijos en España le lleva a pedir a sus otros vástagos ilegítimos, César y Lucrecia, que abandonen nuestro país y se trasladen a Roma. Ése es el inicio de una suerte de intrigas y que fortalecen a Los Borgia hasta entrar en una deriva de sangre y sexo con un único objetivo: una de las familias más poderosas del Renacimiento.

Es evidente que la historia de Los Borgia es un material audiovisual de primer orden. Hay más de una treintena de cortometrajes, películas y series de televisión que se han centrado en esta familia o en uno de sus integrantes: Lucrecia Borgia, a la que le acompaña una leyenda negra de mujer intrigante y vengativa, aunque otros historiadores la ven como una víctima de las intrigas políticas de su padre.

Lo que hace singular a esta coproducción europea es su ambición artística y técnica. No en vano, el director de los cuatro primeros episodios es el alemán Oliver Hirschbiegel, cuya película «El hundimiento» fue nominada al Oscar a la Mejor Película en habla no Inglesa en 2004. Los escenarios naturales fueron rodados en la República Checa y la puesta en escena se esmera para que parezca el Vaticano y la Roma del siglo XV.

El estreno de la serie en España coincide con la polémica que se ha vivido esta semana en Alemania. La prensa reseñó que no la considera una producción para el horario «prime time» por sus contenidos explícitos, tanto en las escenas de violencia como en las sexuales. A pesar de estos reparos, lo cierto es que tanto la audiencia del país germano como los italianos y los franceses han respaldado la producción.


Assumpta Serna, el toque español
En esta serie, la actriz se enfrenta a uno de los personajes más complejos de su carrera, Vannozza Catanei, una de las cortesanas más ricas de Roma, que fue la amante de Rodrigo Borgia durante muchos años y que le dio cuatro hijos ilegítimos. Para Assumpta Serna, «Borgia», a pesar de ser una serie de época, tiene mucha vigencia, «ya que se mezclan aspectos tan atractivos, y tan perdurables en el tiempo, como el poder y el dinero».