Estados Unidos

Obama promulga la ley que evita la paralización del gobierno estadounidente

El acuerdo entre demócratas y republicanos, que fue alcanzado "in extremis"a medianoche, ha permitido que el presidente de EEUU promulgue hoy la polémica ley que evitará el cierre del gobierno. Sin embargo, la batalla para fijar el presupuesto de 2012 no tardará en comenzar.

El presidente de EEUU, Barack Obama, promulgó hoy, sin declaraciones públicas, una medida que, tras un acuerdo alcanzado a última hora anoche en el Congreso, evita la primera paralización del Gobierno desde 1995. La Casa Blanca dijo en un escueto comunicado que Obama firmó la medida, aprobada cerca de la medianoche por el Congreso y que mantiene "abierto"al Gobierno hasta el próximo 15 de abril.

Posteriormente, el mandatario estadounidense realizó una breve visita al monumento a Abraham Lincoln, cerca de la Casa Blanca, para enviar la señal de que, gracias al acuerdo bipartidista del Congreso, sitios emblemáticos como éste ahora siguen abiertos. Obama intercambió algunas palabras con turistas pero no aceptó preguntas de la prensa.

El acuerdo, que financia las operaciones de la burocracia federal hasta el próximo viernes e incluye recortes por 38.500 millones de dólares para el año fiscal 2011, fue sellado con un apretón de manos y con múltiples concesiones. "No hicimos esto a última hora por crear un drama", explicó anoche Reid. "Lo hicimos porque ha sido difícil llegar a este punto". El Congreso no aprobó el presupuesto para el año fiscal que comenzó en octubre pasado, por lo que los legisladores estaban financiando a las agencias con un total de seis resoluciones temporales.

Las concesiones tienen como telón de fondo el descontento popular que, según las encuestas, existe con la fragmentada clase política en Washington. Contrariamente a lo que ocurrió con el cierre del Gobierno en 1995 y 1996, que claramente perjudicó a los republicanos y contribuyó a la reelección de Bill Clinton, ahora la opinión pública está dividida sobre quiénes son los culpables de la incompetencia en Washington. Una encuesta reciente del diario "The Washington Post"dijo que el 37 por ciento de los votantes responsabilizaría a los demócratas por un cierre del Gobierno, y un porcentaje similar a los republicanos. Un 15 por ciento culparía a ambos.

Este año, las divisiones ideológicas se mantuvieron desde siempre sobre cuánto y de dónde suprimir fondos. La "batalla de los millones"la ganaron los republicanos, porque el monto de recortes fue mayor a los 33.000 millones que proponían los demócratas. (Una medida que aprobó la Cámara Baja en febrero pasado recortaba 60.000 millones de dólares para 2011, pero ésta no prosperó en el Senado, bajo control demócrata).

Para Boehner, el acuerdo final equivale al "mayor recorte de gastos en la historia estadounidense". Entre otras concesiones, los demócratas aceptaron someter a voto en el Senado la revocación de la reforma sanitaria de 2010 que, según la oposición, es una costosa injerencia del Estado. A cambio, los republicanos retiraron de la mesa los recortes a los centros de planificación familiar de Planned Parenthood, que en algunos sitios ofrecen servicios de aborto.

Pero se avecinan otras batallas que serán igual de volátiles: el próximo debate será sobre el presupuesto para el año fiscal 2012, y los republicanos proponen recortes de seis billones de dólares en la próxima década. Después, el Congreso debatirá elevar el límite de la deuda nacional, de 14,3 billones de dólares y que EEUU probablemente sobrepasará a mediados de mayo.

Los republicanos recuperaron el control de la Cámara Baja en 2010 con una plataforma de austeridad fiscal, y los militantes del movimiento conservador "Tea Party", que los auparon en el poder y exigen recortes de al menos 100.000 millones de dólares, les pasan la factura. Los demócratas tampoco se salvan. Grupos de corte progresista apoyan reducir el déficit pero no con un "zarpazo"que afecte a comunidades "vulnerables", y señalan que estos recortes no son el "cambio"que prometió Obama en 2008.

David Walker, fundador del grupo independiente "No Labels", dijo hoy que, en adelante, "la verdadera prueba será si ambos partidos pueden continuar trabajando juntos en aras de soluciones reales a los graves retos fiscales de nuestro país". Es lo mismo que, papeleta en mano, tendrán en cuenta los votantes en noviembre de 2012, cuando Obama y buena parte de los congresistas busquen la reelección.