Fútbol

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Noche en calma

La Razón
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L os partidos sin trascendencia, como el de anoche del Madrid con el Auxerre, sirven para que los amigos de las estadísticas anuncien que quien marque el primer gol logra el 300 del equipo en competición europea. Se lo anotó a Benzema quien remató en postura acrobática porque usó la cabeza para rematar un balón que llegó a un metro de altura. Luego hizo dos más. Se pensaba en la cantidad de jugadores de la cantera que iba a alinear Mourinho para ir reduciendo la distancia que en este aspecto le separa del Barça y además de Arbeloa y Granero, una desgracia, la lesión de Dudek, obligó a que Adán debutara. Después se dio paso a Sarabia. Vamos progresando. El portero polaco, modelo de profesional callado, resignado a ser suplente de Casillas, solamente pudo jugar medio partido. Se lesionó. Se fracturó la mandíbula. Había hecho dos paradas extraordinarias con las que había demostrado que su permanencia en el equipo está justificada y en partido soso había tenido la mejor actuación de los madridistas.
En esto de los datos estadísticos hubo que anotar el hecho de que Diarra fue capitán. El primer africano en ostentar tal condición. Karanka, también por vez primera, ejerció de entrenador titular. La UEFA anunció que controlaría a Mourinho para que no diera órdenes. El partido no era para polémicas arbitrales porque el Madrid hizo un penalti y nadie discutió. La noche no estaba para complicaciones. El Madrid era primero y el Auxerre francés estaba eliminado. Partido plácido. No hubo grandes emociones, pero el triunfo dio dineros UEFA. Más caja.