Málaga
El juez ordena internar al menor detenido por el crimen de Arriate
«El Vaca» se negó a responder a las preguntas de la Fiscalía
Rubén, «El Vaca» como le apodaban en el pueblo, no volverá, por ahora, a la parada donde se juntaba con sus amigos. El Juzgado de Menores número 1 de Málaga acordó ayer el internamiento preventivo en régimen cerrado para el joven de 17 años que fue detenido el jueves en Arriate por su presunta implicación en el crimen de la niña de 13 años María Esther Jiménez Villegas. El arrestado se negó a responder a las preguntas que el Ministerio Público le formuló en la ciudad de la Justicia de Málaga, a donde fue trasladado tras permanecer desde su detención en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil. Allí tampoco se pronunció ya que se acogió a su derecho a no declarar.
El menor, de quien no ha trascendido si está imputado por un delito de homicidio o de asesinato, podría permanecer hasta nueve meses internado ya que la Ley del Menor contempla seis meses de medida cautelar, prorrogable otros tres de forma excepcional. Entretanto los padres de la víctima, personados como acusación particular en la causa, abandonaron ayer la localidad malagueña para fijar su residencia en el municipio gaditano de Paterna de la Vega, del que son originarios, y donde fue enterrada la víctima. «Nos han roto la vida y aquí no nos queda nada», comentó el padre de la menor, Juan Isidro Jiménez, en alusión a sus otras dos hijas y añadió que «la pequeña de cinco años dice que le da miedo perderse en Arriate». Jiménez pidió que no se responsabilizase del suceso a la familia de Rubén, si bien subrayó su deseo de que «si es él, –a quien admitió no conocer–, o quien haya sido, cumpla la condena que le impongan».
Varias unidades de la Guardia Civil velan por la seguridad de la localidad malagueña. Tratan de evitar posibles altercados porque, según señaló el alcalde del municipio, Bernardino Gaona, «es algo que suele activarse en estos casos». En este sentido, el regidor afirmó que «pese al mazazo, la población está tranquila y esperanzada en poder recuperar cuanto antes la normalidad».
El presunto culpable de la muerte de María Esther compareció hasta en tres ocasiones ante la Guardia Civil durante la ronda de interrogatorios que se efectuó entre familiares, amigos y vecinos del municipio. Las sospechas comenzaron a raíz de algunas contradicciones sobre lo que hizo la noche en que desapareció la adolescente.
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