Comunidad de Madrid
Logran reconstruir un pene y recuperar su funcionalidad
Un carcinoma fue el culpable de la mutilación. A los 41 años ha vuelto a disfrutar del sexo.
MADRID- La primera reconstrucción completa de pene realizada en España ha sido todo un éxito. El paciente, de 41 años, ha logrado recuperar su vida normal: maneja perfectamente la prótesis y mantiene relaciones sexuales satisfactorias, ya que conserva sensibilidad y llega al orgasmo sin dificultad. Desde el punto de vista oncológico, también está curado.
Especialistas del Servicio de Urología y de Cirugía Plástica del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, han realizado por primera vez en España esta operación consistente en la reconstrucción completa de un pene y el implante de una prótesis a un paciente con carcinoma.
Es la primera intervención quirúrgica de este tipo realizada en nuestro país, ya que existen antecedentes, pero en cirugías de cambio de sexo o no completas –sin prótesis–, en caso de mutilación por motivos diversos.
El carcinoma de pene requiere siempre de cirugía que, dependiendo del tamaño y agresividad de la lesión, se realiza con amputación parcial o total, informó ayer la Comunidad de Madrid.
Las funciones sexuales y miccionales se ven afectadas en casi todos los casos y, además, este tipo de tratamientos son muy mutilantes para el paciente, quien «lo vive con depresión, desesperanza e incluso ideas de suicidio».
Para mejorar estas funciones y la autoestima del paciente, se planificó una reconstrucción total, incluyendo la realización de un neopene y de una neouretra y el implante de una prótesis.
Diez horas en el quirófano
El proceso ha pasado por cuatro fases. En la primera, los urólogos realizaron la amputación para erradicar la lesión tumoral. Transcurridos 12 meses, los cirujanos plásticos llevaron a cabo la reconstrucción, en una intervención que duró aproximadamente 10 horas.
El procedimiento quirúrgico se hizo utilizando una pieza del tejido del paciente de la zona anterior del antebrazo derecho, nutrida por una arteria y dos venas.
Ese tejido fue enrollado a modo de dos cilindros, cada uno en un sentido y, de este modo, una de las vueltas sirvió para la reconstrucción de la uretra y la otra para el forro externo cutáneo. El tejido fue implantado en la zona a reconstruir, tras darle una estructura sanguínea propia y conectarlo a las arterias y vasos de la zona inguinal. Inmediatamente después se conectó la envoltura cutánea externa, anclándola al pubis.
Ante la falta de rechazo, los urólogos se plantearon el implante de una prótesis para solventar los problemas relacionados con su actividad sexual. Los cirujanos la colocaron a través de una única incisión, en una intervención de dos horas.
Un invento milagroso
La prótesis consta de tres componentes: cilindros eréctiles, depósito y bomba hidráulica. En condiciones normales el cilindro está vacío y se asemeja a un pene, pero cuando se llena de suero se pone rígido y simula perfectamente una erección fisiológica. A dicho cilindro le llega el suero procedente de un depósito que se implanta a través de la ingle. La bomba para trasladar el suero queda emplazada en el escroto y el paciente sólo debe presionarla y consigue la erección.
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