Adiós a la joya de la Corona

Estos días, una mujer perteneciente a la realeza española mira con atención las noticias. Podría estar en Roma, en Madrid o en París. No se sabe. Lo que sí se conoce es que, hace apenas un mes, decidió desprenderse de un tesoro heredado de belleza inigualable: una preciosa pulsera de diamantes y perlas rosadas, pieza única de Cartier creada en los años 20, y que saldrá a subasta en Sotheby's, en Suiza, el próximo 14 de noviembre.

La propietaria prefiere no revelar que es ella –y no otro familiar– la que recibirá un millón de euros (incluso más) por semejante primor estético creado en especial para la Reina Victoria Eugenia (1887-1969), esposa de Alfonso XIII, rey de España. Los rumores se han disparado, como cabría esperar. Aunque cueste creerlo, la venta de joyas exclusivas apunta a problemas económicos también para la realeza, la aristocracia y, en general, lo que calificamos como «gente rica».

El día de la subasta del brazalete se pondrá a disposición de los pujadores otras 589 piezas provenientes, todas ellas, de las colecciones privadas de varias casas reales y familias aristocráticas, informan desde Sotheby's.

Los focos iluminaron en un primer momento a las hijas de don Juan Carlos. La infanta Elena podría estar atravesando una situación menos holgada tras la separación de Jaime de Marichalar y Cristina, que acaba de trasladarse desde el magnífico palacete en Pedralbes, Barcelona, a un piso más humilde, debe encarar los supuestos delitos económicos imputados a su marido, Iñaki Urdangarín.

En cualquier caso, las últimas especulaciones apuntan más bien a las primas del Rey, también nietas de Victoria Eugenia, lo que alguna de ellas, con residencia en Italia, ya se ha apresurado a negar. Una de las primas (para más morbo) es la abuela del popular conde Alessandro Lecquio. Las hermanas del rey, por otro lado, que son infantas de España y ambas tienen título –duquesas de Soria y de Badajoz– podrían ser también las dueñas de la joya.

La importancia de esta pieza en el mercado proviene de su original composiciones de perlas rosas (muy poco comunes), producidas por un molusco de la zona del Caribe. Se cultiva de forma similar a las ostras, pero sin la presencia de nácar al tratarse de concreciones calcáreas. Este tipo de gemas no abundan ni ahora, ni en los años veinte y treinta. «Eso nos hace pensar que tal vez la pulsera fue creada especialmente para la reina Victoria Eugenia», declaró David Bennet, director de la casa de subastas en Europa.

Victoria Eugenia era nieta de la legendaria Reina Victoria del Reino Unido (1819-1901), cuyo reinado de 63 años se caracterizó por multitud de cambios industriales, sociales y económicos (época victoriana). Nació en 1887 en el castillo de Balmoral, en Escocia –donde veranea la reina Isabel II–, se casó el 31 de mayo de 1906 con Alfonso XIII de Borbón, rey de España y abuelo del actual monarca.

Murió en Lausana (Suiza), en el exilio, en 1969. Al fallecer, vivían cuatro de sus siete hijos: Jaime, Beatriz, María Cristina y Juan. Cualquiera de los descendientes podría haber heredado la maravillosa pieza de diamantes. El director de Sotheby's, David Bennet, ha descrito la pieza como una de las mejores que ha visto.

Sobre la subasta, explicó: «Esta pulsera es una de las mejores alhajas que diseñó Cartier durante los años veinte. Nosotros vendemos joyas de las casas reales, que suelen tener mucho éxito ya que por su privilegiada posición, solían tener acceso a los mejores diamantes», asegura David Bennet, jefe de División Internacional de joyas de Sotheby's y máximo responsable de la casa en Europa.

Anonimato
Pero es la identidad de la mujer de la Familia Real la que llama la atención. Desde la casa de subastas insisten en que no se está ocultando nada. Simplemente, en este tipo de transacciones siempre se mantiene el anonimato. «Cuando alguien consigna una obra de arte, ya sea un cuadro, una joya o un mueble, se firma un contrato privado.

Nuestra responsabilidad es mantener el anonimato, tanto de los vendedores como de los compradores. Hay un criterio homogéneo, no estamos actuando de forma especial con el brazalete de la Reina Victoria Eugenia», explicó Andrew Montgomery, responsable de prensa de Sotheby's en Madrid.

«No obstante, en ciertos casos», precisó Montgomery, «la procedencia puede revalorizar un lote, como ocurrió con las joyas de la duquesa de Windsor. En cuanto a la pulsera de Cartier en diamantes y perlas de concha, lo que puede generar interés y añadir valor es que perteneció a una reina de España», concluyó.

Se subastan ese mismo día unos pendientes de rubíes y diamantes pertenecientes a Max Egon de Hohenhole-Langenburg (1882-1990) por más de un millón de euros y todo tipo de piezas con esmeraldas y zafiros de larga tradición histórica.
No son buenos tiempo para nadie.