Estrasburgo
Ofensiva diplomática de Gadafi
Los ministros de Exteriores y Defensa se reúnen hoy en Bruselas para acordar la estrategia hacia Libia
BRUSELAS- Ante la guerra civil de Libia, a la comunidad internacional le cuesta cada vez más definir su papel, temerosa de ser vista ante los locales como usurpadora de su liberación, y ante el pueblo árabe como una fuerza intervencionista. La complejidad además crece, porque al enfrentamiento bélico en el país se ha sumado esta semana el choque diplomático que el régimen de Muamar Gadafi y la oposición disputan en suelo europeo.
Personas del círculo del dictador se dirigían ayer a Lisboa y Bruselas, pero también a El Cairo, para iniciar la ofensiva diplomática que los sublevados ya comenzaron el pasado martes. Según informó el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, dos aviones se dirigían hacia Bruselas. Además autoridades maltesas indicaron que oficiales del Gobierno libio se reunieron con responsables de Malta y partieron después hacia Portugal. Según explican fuentes europeas, en el avión con destino a Lisboa se encontraría un miembro moderado del régimen de Gadafi con alguna relación previa con el ministro de Exteriores, Luis Amado.
En Bruselas, los enviados del dictador han calculado bien el momento de su desembarco, ya que el conflicto libio monopolizará hoy y mañana la capital comunitaria al más alto nivel. Hoy se reúnen los ministros de Exteriores para coordinar la respuesta al país, como paso previo a la cumbre que mantendrán los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 mañana sobre el tema. Además, los ministros de Defensa de la OTAN debatirán también hoy su reacción al desafío de Gadafi.
Fuentes comunitarias aseguraron que el Gobierno libio no había establecido contacto con el equipo de la jefa de la diplomacia, Catherine Ashton. Desconocían igualmente quién podría viajar en los aviones, aunque en principio no se puede tratar de ninguna de las 26 personas del entorno del dictador, y vinculadas con la brutal represión, incluidas en la lista europea de sancionados para viajar a territorio europeo. En esta guerra de relaciones públicas, la oposición libia va un paso por delante. El martes, el responsable del neonato Comité de Crisis del Consejo de Transición Nacional Libio de Bengasi, Mahmoud Jebril, además de su «canciller» Ali Al Esawi, se reunieron con Ashton en Estrasburgo, donde ayer consiguieron además el favor del Parlamento Europeo para ser reconocidos como único interlocutor válido en Libia, su principal reclamación. No obstante, la Alta Representante no parece apoyar tal sugerencia. «Se reconocen Estados, no grupos o movimientos», dijo un miembro de su equipo con responsabilidad. Jebril además apoyó la creación de una zona de exclusión aérea si fuera necesario sin mandato del Consejo de Seguridad, por el bloqueo de China y Rusia, para evitar «la carnicería del pueblo». Eso sí, la condición es que «no queremos ver a ningún soldado extranjero en suelo libio».
No obstante, a los europeos les disminuye el apetito para intervenir en Libia con cada día que pasa, porque lo que empezó siendo un levantamiento democrático se ha convertido en una guerra civil en la que no quieren tomar partido. La gran prioridad es «proteger a los civiles», dice una fuente europea, y decisiones como la zona de exclusión aérea sólo se tomaría con el respaldo de la ONU porque «no queremos una intervención que hiera las sensibilidades de la población árabe y recupere miedos de hace algunos años» a las fuerzas extranjeras, insiste.
✕
Accede a tu cuenta para comentar