Conciliación
El rechazo familiar multiplica por ocho los suicidios en adolescentes homosexuales
Los resultados del estudio, que ha contado con cuatro millones de dólares de financiación para cuatro años, confirman que el impacto de la familia es «muy dramático» en la salud física y psíquica de los niños y jóvenes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Los adolescentes homosexuales que son rechazados por sus familias, tienen ocho veces más probabilidades de intentar suicidarse y tres veces más de tomar drogas cuando llegan a jóvenes adultos, en relación a los que sí recibieron apoyo, según un estudio realizado en el Estado de California (EEUU), divulgado hoy.Además, un tercio de los padres reaccionan negativamente cuando conocen la noticia por primera vez; el 50 por ciento manifiestan una respuesta ambivalente -pero realmente preferirían que su hijo o hija no fuera homosexual o transexual- y el resto lo asume bien desde el inicio, ha explicado a Efe Caitlin Ryan, autora del trabajo "Niños saludables con el apoyo familiar".Los resultados del estudio, que ha contado con cuatro millones de dólares de financiación para cuatro años, confirman que el impacto de la familia es "muy dramático"en la salud física y psíquica de los niños y jóvenes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).Aunque sea paradójico, incluso los padres que no aceptan la orientación sexual de sus hijos "lo hacen con la mejor intención y desde el amor", ha recalcado la profesora de la Universidad de San Francisco.Para la ejecución del proyecto de investigación, Ryan entrevistó en profundidad a jóvenes LGTB y familias (incluidos abuelos, tíos...) de un amplio espectro sociológico y religioso del Estado de California: al final detectó un centenar de conductas distintas y el impacto que conllevaban en la salud de los jóvenes homosexuales.Entre las principales conclusiones, la estadounidense ha explicado que el rechazo familiar se traduce en: una probabilidad ocho veces mayor de haber intentado suicidarse; casi seis veces mayor de sufrir depresión, y tres veces más de consumir drogas, de infectarse por VIH y contraer enfermedades de transmisión sexual, en comparación con aquellos que fueron apoyados por su núcleo familiar.En la presentación del estudio, la presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, Ester Nolla i Miró, ha señalado que todas las familias que acuden a su organización en busca de información sufren un disgusto cuando sus hijos se lo cuentan, incluso aquellos que antes habían comentado que lo aceptarían.Sin embargo, "una cosa es decirlo y otra tenerlo en casa", porque obliga a reconstruirlo todo, ha dicho Nolla i Miró, que ha añadido que cuando se habla de discriminación a los homosexuales se piensa en el exterior, pero "qué duro"es cuando la marginación procede de los abuelos o de los padres.En este sentido, el secretario general de Movimientos Sociales del PSOE y concejal del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo, ha recordado que de cada cinco parejas homosexuales que casa en el Consistorio, en dos sus respectivas familias están ausentes.El proyecto que dirige Ryan en la Universidad de San Francisco (Family Acceptence) también incorpora guías y protocolos a las familias y a personal sanitario para saber cómo actuar y cómo evitar dañar a los jóvenes LGTB.Durante la presentación, la presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), Juana Angulo, ha reclamado a las familias que presten especial atención a la aparición de posibles acosadores en el ámbito escolar, y que denuncien situaciones que vulneren los derechos de estos niños.
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