Fritos a impuestos

Hace tiempo que algunos venimos anunciando la subida impositiva que se avecina. Los socialistas son bastante previsibles en cuanto a economía se refiere: primero consumen sin parar todo cuanto les dejan en herencia, repartiendo con alegría subsidios, ayudas, subvenciones, pesebres, embajadas, cuatrocientos euros, así como cheques-bebé. Después disparan el gasto público tanto en la administración central como en la autonómica. Mas tarde, cuando las cuentas empiezan a no cuadrar y se les dispara el paro, anuncian con solemnidad que ellos nunca recortarán el gasto social. El problema es que, de tanto gastar, se acaban pronto quedando sin dinero y no tienen más remedio que endeudarse. Para pagar las deudas deben ingresar más, con lo que no ven otra salida que subir impuestos. Lo que no les garantiza, sin embargo, que baje el paro, pues a más impuestos menos consumo y menos actividad económica. O sea, más desempleo. Y con más desempleo la situación no sólo no mejora, sino que empeora.Como ya no podemos endeudarnos, dado que se acabó el crédito internacional, hay que bajarle el sueldo a los funcionarios y congelar las pensiones. O sea, meterle mano al gasto social que era intocable. Y así en esta espiral suicida: fritos a impuestos y con la economía cada vez más colapsada.