Colapso circulatorio por Mario Arnaldo

Creo no recordar un colapso circulatorio tan superlativo como el que cientos de miles de madrileños sufrimos ayer en las carreteras de la región y en las calles de nuestra capital. Una vez más se ha vuelto ha poner en evidencia la vulnerabilidad de nuestra ciudad en lo que a movilidad se refiere. Éste es un suceso que cíclicamente se repite cuando llegan las primeras lluvias, o la niebla, o la nieve, y que al parecer juega una suerte de conjunción inexorable para tener que aceptar como inevitable algo que no lo es. Y ello en un periodo de crisis, en el que el coche se utiliza menos. En una capital moderna como Madrid ,no es admisible que se produzcan más de 140 kilómetros de atascos cuando caen cuatro gotas. Los automovilistas, sin duda, tenemos parte de responsabilidad en este asunto, ya que debemos mantener la debida distancia de seguridad y retirar rápidamente los vehículos de la calzada en caso de sufrir un siniestro. Pero también las autoridades de tráfico tienen la suya, por la falta de actuaciones preventivas sobre las calzadas, que están llenas de grasa y en contacto con el agua se convierten en pistas de patinaje. A ello habría que añadir una mejor coordinación entre la Guardia Civil y las policías locales, una mayor oferta de trasporte público y una información más precisa sobre los itinerarios alternativos. No obstante, una vez vivido el colapso circulatorio y las sanciones por haber llegado tarde a nuestros quehaceres –Casillas no ha sido el único–, lo importante ahora es saber si este episodio de inmovilidad se va a volver a repetir en el futuro y si verdaderamente nuestras autoridades están en condiciones de afrontarlo con eficacia. Desde Automovilistas Europeos Asociados tenemos la convicción de que sí es posible.
 

Mario Arnaldo
Presidente de Automovilistas Europeos Asociados