Los «indignados» lusos se enfrentan a la Policía durante la huelga general

Al término de una marcha de varios miles de personas celebrada en solidaridad con la huelga convocada por las centrales sindicales, las fuerzas de seguridad cargaron contra los manifestantes, que habían lanzado objetos y derribado vallas de seguridad.

Tras el choque, las autoridades detuvieron a varios indignados, entre dos y siete según diversas fuentes, y se registraron dos heridos, uno de ellos policía.

La protesta, que comenzó sobre las 15.00 hora local, transcurrió por las principales arterias de la capital portuguesa -avenida de la Libertad, plaza de Rossio y plaza de Camoes- y agrupó a un heterogéneo grupo cuya bandera era la oposición al programa de austeridad del Gobierno conservador luso.

Cuando el frente de la protesta, que hasta ese momento se había desarrollado sin altercados, coreaba consignas ante la Asamblea Legislativa, punto final de la concentración, se lanzaron diverdod objetos contra las fuerzas de seguridad y cayeron varias vallas de protección.

Después de unos minutos de confusión, gritos y tensión, la Policía detuvo a dos jóvenes y dispersó a algunos de los manifestantes.

La llamada plataforma social "15 de octubre", heredera del movimiento luso "Geracao á rasca"(Generación en apuros), fue la principal impulsora de esta manifestación, que coincidió con una treintena de marchas sindicales en las principales ciudades de Portugal en las que no se registraron incidentes de importancia.

Ese movimiento ciudadano sin filiación partidaria, que rechaza la falta de representatividad del actual sistema democrático, protestaba contra las medidas de ajuste y el sometimiento de la política a los intereses económicos.

"Es el momento de hacer entender a los mercados y a la clase política que no podemos admitir todo tipo de recortes y justificaciones, que no se explique dónde van los fondos, a quién debemos qué", protestaba el español Pedro N., residente en Lisboa desde hace más de una década y activista del "15 de octubre".

El manifestante, de 35 años, explicó que su movimiento exige al poder político y económico que "escuche"sus peticiones y demanda un "cambio de actitud".

Mensajes contra el Fondo Monetario Internacional, que ha prestado junto a la Unión Europea 78.000 millones de euros a Portugal, y consignas en protesta por el desempleo y los recortes sociales dominaron la marcha.

"Estoy muy preocupada con el rumbo del país y con las políticas que sigue", dijo la portuguesa Inés Mestre, de 29 años, participante de la manifestación y favorable a la huelga general, la segunda que se celebra en Portugal en un año.

La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista), principales convocantes, se congratularon hoy por el resultado de la protesta, que se sintió con fuerza en los transportes y las zonas fabriles de Lisboa y poco en el comercio y las empresas privadas.

Los datos del Gobierno portugués mostraron una baja incidencia del paro en las administraciones públicas, donde solo fue seguido por el 10,48 % de los funcionarios.