Presos

Relájate «Txusito»

La Razón
La RazónLa Razón

Ya han asomado la patita. Y no faltarán en las próximas horas los papanatas que predican el buenismo y el guante de seda con ETA que, desde las filas socialistas o las hordas nacionalistas, intentarán convencernos del nuevo paso adelante de Ternera y sus socios. Ahora, proclamarán con voces engoladas, incluso aceptan una «verificación informal». Ahora, concluirán ahogados por una impostada sensatez, hasta se dejan revisar. Nos intentarán hacer ver que son pasos lentos pero en la buena dirección. Seguirán los dislates y las paparruchas.

Propongo, para avanzar con determinación en el camino verdaderamente legal y moral, un comité de verificadores desde este mismo momento. Una delegación formal y nacional, uniformada y al servicio de España. Lancemos con más fuerza que nunca, y con las armas más pesadas del Estado de Derecho, a agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil contra los compañeros de mesa y mantel de Jesús Eguiguren. Saquémoslos de sus madrigueras con más energía que en el pasado. Pongámoslos delante de un tribunal a mayor velocidad que nunca. Situémoslos entre barrotes sin más miramientos que los que fija el Código Penal.

No perdamos el tiempo poniendo el oído para escuchar lo que sale de los «batxokis» y las casas del pueblo. Dejemos que la legitimidad y la eficacia en el combate de estas sabandijas, que esporádicamente se entregan al género epistolar, recaiga sobre quienes defienden, usando la fuerza, el imperio de la ley.

Es el momento, como han recalcado las víctimas del terrorismo, de evitar que los etarras utilicen como vientre de alquiler a partidos legalizados para dar continuidad a su proyecto, tan delirante y criminal como hace cuatro décadas. Es la hora de estar con quienes, bajo la llamada pertinente de Ángeles Pedraza y la AVT, nos han convocado en las calles de Madrid el próximo 9 de abril. Y estamos en el punto, si hace falta, de recomendar al presidente de los socialistas vascos una ducha de agua fría. Si se ha emocionado con el memorándum de los etarras, que se relaje. Por el bien de los demócratas. No está la cosa para vanas excitaciones.