Financiación autonómica
Un modelo insostenible por Ramón Peralta
Rajoy hace muy bien pretendiendo racionalizar el gasto público autonómico. El problema radica en la amplitud de la reforma que quiera plantearse en relación al Estado autonómico vigente. Y aquí hay que partir del reconocimiento de la inviabilidad de un Estado español subdividido en 17 «comunidades autónomas» convertidas ya en mini-estados que multiplican por 17 la estructura del Estado: 17 parlamentos, 17 gobiernos con sus respectivos ministerios de cada ramo llamados «consejerías», cada una de ellas con sus direcciones generales, legiones de asesores e, incluso empresas públicas autonómicas. La voracidad de competencias y recursos para hacer posible todo caracteriza a cada una de estas entidades autónomas. Ya incluso desde el exterior nos avisan de que este modelo territorial es insostenible y amenaza muy seriamente con convertirnos en un Estado insolvente. Y qué necesidad tenemos los españoles de ver multiplicados por 17 el Ministerio de Sanidad o de Educación?
Hay que reconocer que en 1978 se cometió un grave error con la novedosa organización territorial ensayada. Hubiera bastado con establecer constitucionalmente dos regiones autónomas como máximo, allí donde sí había una demanda real y mayoritaria de autonomía. Ahora hay 17 y todas quieren el mismo nivel. Todas tienen un poder legislativo propio lo que, además de generar un considerable caos normativo, alimenta una siempre latente tentación soberanista, claro está más en unos territorios que en otros.
Este sistema de 17 mini-estados ha fomentado también la insolidaridad entre españoles, incluso la desigualdad entre los mismos por causa de su origen territorial, amenazando incluso a la unidad de mercado. Los españoles han decidido otorgar un amplio poder político al PP y ahora recae sobre él la responsabilidad de corregir el desaguisado territorial en que vivimos. La España constitucional es un Estado unitario, ahora ampliamente descentralizado en comunidades autónomas por decisión soberana del pueblo español en acción constituyente. España no es un Estado federal, no es un compuesto de diferentes Estados soberanos que deciden firmar un pacto federal. La prueba de ello es que basta una mayoría de tres quintos de los parlamentarios para cambiar por completo la organización territorial del Estado.
Ramón Peralta
Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid
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