Barcelona

Los partidos dicen adiós a la crispación en campaña

Adaptan sus mensajes al clima de crisis económica y política. La batalla electoral empieza en Facebook. 

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BARCELONA- José Montilla tiene 5.242 amigos en la red social de Facebook. Artur Mas, 5.000. Y Alicia Sánchez-Camacho, 4.992. El número de amigos que los candidatos a la presidencia de Cataluña tienen en el mundo virtual no es proporcional al número de votantes, pero a nadie se le escapa que una batalla importante para conquistar la Generalitat se librará en la red. En las últimas elecciones generales, los partidos probaron con timidez el potencial del ciberespacio. Dos años después, internet se ha situado en el eje de las estrategias de todos los partidos políticos que compiten en la carrera hacia la Generalitat.

El culplable de este cambio tiene nombre y apellido, Barack Obama. El presidente de los Estados Unidos demostró que internet y las redes sociales son la mejor herramienta para acercar un político a su electorado ganando una campaña en la que partía como desconocido. Su victoria supuso un punto de inflexión en las estrategias de comunicación política.

Las plataformas 2.0 «son una herramienta clave para atraer votantes», asegura Jaume Collboni, el nuevo director de la campaña del PSC. Pero también sirven para la guerra sucia. Lo sabe Antanas Mockus, candidato a la presidencia de Colombia, cuya carrera frenó en seco en cuanto aparecieron en la red rumores sobre su supuesta simpatía hacia Hugo Chávez. Los candidatos a la presidencia de la Generalitat, por ahora, no tienen que temer a los ciber rumores, porque si por algo se ha caracterizado la precampaña es por su amabilidad.
Los partidos políticos han adaptado su mensaje al clima de crisis política y económica. CiU cambió su logotipo en enero para introducir una sonrisa con el objetivo de dulcificar su imagen. El secretario de comunicación de CiU, Jordi Cuminal, explica que con una sonrisa querían comunicar «esperanza» e «ilusión». «Esperanza» por un cambio de gobierno al frente de la Generalitat e «ilusión» por «una nueva manera de hacer las cosas». Tras insistir con este mensaje, CiU ha introducido este verano un nuevo mensaje, «empieza el cambio». Y con él, la precampaña se ha encendido, aunque lejos está de arder como en 2007, cuando el nivel de crispación acabó por aburrir a los ciudadanos. CiU ilustra su lema «empieza el cambio» con dos imágenes, una sonrisa que pertenece a Artur Mas y un rostro serio, el de Montilla.

Cara a cara

Sorprendentemente, el PSC también ha introducido la palabra cambio en su mensaje. En su última campaña, se presenta como el «cambio real» frente a CiU. Lo ilustra con varios gráficos comparativos entre los frutos de 23 años de gobierno de CiU y siete del tripartito, en los que, como no, siempre ofrecen más y mejores servicios los segundos. Collboni defiende que su propósito es relatar de una forma ordenada, comprensible y asimilable la herencia que deja el tripartito.

Pero los carteles de precampaña de PSC y CiU coinciden en una idea, ambos son un cara a cara entre Montilla y Mas. Ambos avisan de que tienen las armas preparadas para disparar.
Sin embargo, CiU no tiene intención de tensar la cuerda más de lo necesario con sus rivales, para no cerrar las puertas a posible coaliciones. Aunque las encuestas le sonríen, fuentes del partido admiten que ven técnicamente difícil lograr la mayoría absoluta. El partido ha importado el «talante» que Xavier Trias practica en Barcelona.

Pero, como dice Collboni, las campañas «son una cosa viva» y «ya veremos cómo evoluciona». El responsable de la campaña del PP catalán, Jordi Cornet, asegura que internet jugará un papel importante en la dirección que toma la campaña electoral. «La gracia de hacer una campaña on line es interactuar con los votantes. Podemos saber si nos estamos equivocando con el mensaje que enviamos a los ciudadanos y corregir a tiempo. Antes si te equivocabas o no, sólo lo sabías después de que abrieran las urnas», explica.

Cornet ha creado para las autonómicas la figura de un director «on line» que dirige a un equipo de siete personas «dedicadas exclusivamente a Internet». El secretario del PP catalán hace suya la máxima de que «si no estás en la red, no existes», pero es consciente de que no vale que el candidato esté en Facebook, Twiter, escriba un blog y cuelgue vídeos en Youtube si no interactúa. A menudo, la presencia de los políticos en la red resulta artificial. Sus fotos de perfil de Facebook son calcadas a las de un cartel electoral y a los comentarios de los internautas se les ve el plumero de militante.

Lograr una imagen natural

Para dar vida a la «ciber Alicia Sánchez-Camacho», la semana que viene, el PP pondrá en marcha una nueva aplicación en su web. Se llama «Alicia escucha» y obligará a la candidata popular a sentarse unas horas frente al ordenador para interactuar con los internautas.
Además de jugar con internet para hacer de Sánchez-Camacho en una candidata cercana, el

PP ha convertido a sus cabeza de lista en retratos de Andy Warhol. «Queremos animar a los ciudadanos», subraya Cornet, «explicar que igual que la estética pop revolucionó un día el mundo del arte, el PP quiere revolucionar la política catalana y española». Cornet avisa de que es crucial para el PP ser decisivo en las próximas autonómicas, «porque si participamos en el cambio en Cataluña, precipitaremos la caída de Zapatero». Para vestir su batalla de revolución festiva, el PP ha fichado para sus mitines un grupo que toca en directo música pop. Los mitines se reinventarán, no desaparecerán. Es el minuto de gloria de los candidatos en televisión, que, con permiso de internet, sigue siendo la clave del éxito o fracaso de toda campaña.