Bruselas
Merkel y Sarkozy retoman la batuta de la eurozona
El lunes preparán el decisivo consejo europeo del día 30. Monti trata de cerrar la segunda fase de ajustes
Las navidades han quedado atrás para los líderes europeos, acuciados por una crisis que no sabe de vacaciones. Hay movimientos frenéticos en las principales capitales de la eurozona. Con Rajoy poniendo la máquina de los ajustes a toda potencia y Monti negociando un segundo ajuste, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, cerraron ayer un encuentro, el próximo lunes, con el que pretenden unir criterios ante el consejo europeo del 30 de enero, informó el Palacio del Elíseo, que se antoja de nuevo decisivo. Se trata de la primera cita entre ambos mandatarios en el 2012, año electoral en Francia, después de un 2011 en el que ambos se erigieron en cabezas visibles de la Unión Europea (UE) para solventar la crisis económica y financiera.
La reunión preparatoria previa a un consejo de Europa es la misma fórmula que Sarkozy y Merkel utilizaron el pasado 5 de diciembre, antes del polémico consejo que se celebró esa misma semana en Bruselas. Fue entonces cuando se acordó adoptar un nuevo tratado, del que se excluyó el Reino Unido, para reforzar la disciplina fiscal en la zona euro y salir de la crisis. Ahora se trata, sin duda, de dar forma y velocidad a las decisiones tomadas entonces.
Cuatro días después, Sarkozy viajará a España para entrevistarse con el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el que será su primer encuentro con un jefe de Estado extranjero desde que tomó posesión de su cargo.
Monti negocia con los sindicatos
Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Monti, intentará convencer a los sindicatos de la necesidad y «rapidez» con que el país precisa la segunda fase de recortes. En una conversación telefónica con los líderes de las tres principales centrales del país, Monti destacó que intentará acordar con ellos las medidas previstas para intervenir en el mercado de trabajo, aunque les recordó que pretende aprobar esas reformas antes del próximo 7 de enero en un consejo de ministros, informa Efe. Por lo tanto, también será una negociación exprés, cuando no un ultimátum. Los sindicatos ya le han expresado su malestar después de que el primer ministro anunciara las reformas de la llamada «fase dos» para la recuperación, basadas principalmente en la reforma del sistema laboral y la competencia, sin consultarles.
De entrada, la secretaria general de la Confederación General Italiana de Trabajadore (CGIL), Susanna Camusso, ya le ha advertido de que «en los próximos meses la recesión tendrá un impacto muy duro sobre el empleo y las rentas», por lo que, ha asegurado, «el riesgo de que se produzca tensión social crece conforme crece la desigualdad social». Además, el líder de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores, Raffaelle Bonanni, ha pedido un «debate verdadero sobre temas económicos y sociales», porque «la velocidad de las decisiones no puede ser una excusa para evitar el debate con el sindicato». Pero Monti no parece dispuesto a llegar a tanto, consciente de que no puede titubear ante la urgencia de la situación.
✕
Accede a tu cuenta para comentar