Violencia en Murcia

España vive una severa situación de crisis ante la que el Gobierno está adoptando, con cierto retraso, los recortes oportunos. En el paquete de medidas se incluye la obligación de que las autonomías, responsables de parte del déficit español, recorten gastos. Así, el presidente de Murcia, en coherencia con el drama español, anunció el pasado mes inevitables recortes presupuestarios para 2011. Casualmente, sindicatos y funcionarios públicos de la comunidad han reaccionado desde entonces con sucesivas acciones de protesta que han ido «in crescendo» hasta llegar a la preocupante agresión del consejero de Cultura. En estos 25 días de acciones de protesta, el delegado del Gobierno no ha tomado cartas en el asunto para impedir que los manifestantes boicotearan actos públicos, profirieran gritos amenazantes, hicieran explotar petardos o lanzaran huevos a miembros del Gobierno. De nada había servido que tanto miembros del Ejecutivo murciano como el consejero herido hubieran advertido de que algo así podría suceder porque estaban siendo amenazados e increpados. Ahora, con el consejero murciano intervenido quirúrgicamente, la Policía sí ha recibido la orden de investigar y en poco tiempo ha detenido a un sospechoso. Nadie dice que los agresores sean sindicalistas o miembros del PSOE murciano, pero sí que han surgido al calor de los disturbios provocados por quienes no se comportan de la misma manera ante las medidas adoptadas por el Gobierno de la nación.