Bruselas

Entran en vigor normas europeas más estrictas para mejorar la recogida y reciclaje de equipos electrónicos

Este lunes han entrado en vigor unas nuevas normas comunitarias más estrictas para mejorar la recogida y reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos en la UE que buscan fomentar un uso eficiente de los recursos en un contexto de crisis económica y mejorar la protección medioambiental.

Los Estados miembros podrán escoger cumplir el objetivo de recoger hasta el 45% de los equipos electrónicos y eléctricos desechados vendidos en sus territorios a partir del 2016, que se elevará hasta el 65% en 2019, o bien recoger el 85% de todos los residuos electrónicos y eléctricos generados en virtud de la directiva pactada por los Veintisiete y que entra este lunes en vigor. Hasta ahora la norma obligaba a recoger cuatro kilogramos de residuos por habitante.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, ha recordado que los Estados miembros deberán a partir de ahora "abrir nuevos canales de recogida de los residuos electrónicos y mejorar la eficacia de los ya existentes"y les ha instado a "alcanzar estos nuevos objetivos antes del plazo oficial".

"En la coyuntura de crisis económica y subida de los precios de las materias primas, la eficiencia en el uso de los recursos es lo que aúna los beneficios medioambientales y las oportunidades innovadoras de crecimiento", ha justificado en un comunicado.

Desde el Ejecutivo comunitario se insiste en que el rápido aumento de los estos residuos ofrece grandes oportunidades para comercializar materias primas secundarias, pero admite que para ello los Estados miembros deben garantizar "la recogida sistemática y el tratamiento adecuado"para reciclar materias primas como el oro, la plata, el cobre y metales raros contenidos en televisores, ordenadores y teléfonos móviles, entre otros. Todas las categorías de aparatos y equipos quedarán cubiertos por la directiva a partir de 2018.

En la actualidad, apenas se recogen y se reciclan de forma adecuada en la UE unos dos millones de toneladas al año frente a los diez millones que se generan cada año y que aumentarán, según las estimaciones de Bruselas, hasta los 12 millones de toneladas en 2020.

Los nuevos objetivos permitirán recoger unos 10 millones de toneladas al año en toda la UE, es decir, unos 20 kilogramos de residuos electrónicos y eléctricos por habitante. Los Estados miembros tienen como muy tarde hasta el próximo 14 de febrero de 2014 para trasponer y ajustar sus legislaciones nacionales a las nuevas normas. Será entonces cuando los ciudadanos podrán devolver sus residuos electrónicos de pequeño tamaño a los grandes establecimientos minoristas, salvo que existan sistemas alternativos igual de eficaces.

Una vez transpuestas las nuevas normas en los Estados miembros, la carga de la prueba en el caso de las exportaciones de aparatos usados de los que se sospeche que se trata de envíos ilegales de residuos se invertirá, de manera que sean los exportadores los que deban probar si los equipos usados funcionan o no y presentar documentación sobre envíos para impedir la exportación ilegal de residuos.

El objetivo es evitar el fraude de la exportación de equipos de segunda mano que son en realidad residuos, un problema "grave"en la UE según Bruselas. Otra de las mejoras que contemplan las nuevas normas es la reducción de las cargas administrativas al armonizar en mayor medida en toda la UE los requisitos de registro y notificación de residuos en términos de frecuencia y formato del registro y notificación.

Los Estados miembros podrán introducir una excepción en el cumplimiento de los nuevos objetivos de recogida y reciclaje por un tiempo "limitado"siempre y cuando justifiquen que ello obedece a "la falta de las infraestructuras necesarias"para ello o aleguen "un bajo nivel de consumo de aparatos electrónicos".