Buenos Aires

La corrupción salpica a las Madres de Plaza de Mayo

Las Madres de Plaza de Mayo, un símbolo mundial de la lucha por la defensa de los derechos humanos, se encuentran en el ojo del huracán, salpicadas por un escándalo de corrupción que tiene conmocionado al país.

Una manifestación de la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada en Buenos Aires
Una manifestación de la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada en Buenos Aireslarazon

La fundación ha visto dañada su reputación a raíz de una investigación contra su ex apoderado Sergio Schoklender, acusado de enriquecimiento a través de fondos públicos destinados a esa organización. El escándalo también ha tenido repercusiones políticas a pocos meses de las elecciones generales, puesto que las Madres son muy cercanas a la presidenta Cristina Fernández. La Policía Federal argentina registró ayer varios inmuebles de la asociación secuestrando ordenadores y documentos. El escándalo estalló hace unas semanas, cuando Schoklender renunció a su cargo de apoderado de la asociación por desacuerdos internos en el manejo de los fondos para la construcción de las viviendas populares.

Las sospechas apuntan a la empresa que las Madres contrataron para llevar adelante la construcción de las viviendas, pero que, según ha informado la Prensa local, es propiedad en un 90% del propio Schoklender, quien permanece en libertad, aunque la Justicia le ha prohibido la salida del país. En la denuncia no se involucra al organismo, fundado por las madres de los desaparecidos durante la última dictadura militar, pero sí ha puesto en cuestión la cercanía de ese grupo con el Gobierno, que les ha girado millones de pesos para obras benéficas. A este respecto dos funcionarios del Gobierno reconocieron ayer en el Congreso que no existen controles directos del Estado nacional sobre las viviendas que construyen.

Los fondos públicos nacionales invertidos en las obras que realizan las Madres superan los 1250 millones de pesos –216 millones de euros– sin que todavía se sepa cuánto dinero fue sustraído. En la calle se abren varios debates: cómo es posible que las Madres se hayan convertido en una empresa constructora que maneja fondos públicos sin control, y por qué se puso al frente de la fundación a un mafioso parricida del que ahora no quieren saber nada. Demasiados interrogantes a sólo meses para las elecciones.