Pekín se blinda para el Congreso

PEKÍN- La capital de China lleva semanas preparándose para el gran evento político de la década: el congreso en el que se decidirá el relevo generacional en la cúpula del Partido. Las autoridades han puesto en guardia a todas las fuerzas del orden, incluido el Ejército Popular de Liberación, para que nada escape a su control. Las normativas especiales afectan a los horarios comerciales, al tráfico, incluso al reposo de miles de jubilados, movilizados en brigadas de voluntarios que se encargarán de «mantener la armonía social». Los taxistas, por ejemplo, han recibido una larga lista de normas para cumplir durante las próximas semanas. Entre otras cosas, deberán bloquear las ventanillas de sus vehículo para evitar que sus pasajeros lancen propaganda (panfletos…) o materiales explosivos. En muchos comercios han desaparecido las falsificaciones y también se han desmantelado burdeles para «limpiar» la imagen de la ciudad durante los días de la cita política. Se trata de campañas que se repiten cuando se acerca una cita importante. Una vez que el evento pasa, todo vuelve a la normalidad.