El Prado en las antípodas

Por primera vez en la historia, los australianos podrán ver en su país más de un centenar de obras de El Greco, Velázquez, Rubens, Tiziano, Ribera o Zurbarán, entre otros, y una veintena de estampas de Goya. Una gran exposición que se inaugura en el verano de 2012 pero, eso sí, ni en Sidney ni en Melbourne, sino en la tercera ciudad del país, Brisbane, en la modesta Queensland Art Gallery que se dedica al arte moderno y en particular a las creaciones de Asia Pacífico y el subcontinente australiano.

El programa Prado Internacional, que ya llevó fondos de la pinacoteca a Japón, China y Rusia (que actualmente se pueden ver en el Ermitage), es el que alberga la firma del convenio, que se cerró ayer entre el Ministerio de Cultura, la Embajada de Australia y la compañía Acciona, que es benefactora del Museo desde 2007 y patrocina el programa de exposiciones internacionales del Prado. De la exposición, que se titulará «Retrato de España. Obras maestras del Prado», dijo la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que la cultura sirve como «uno de los mejores instrumentos para potenciar la imagen de España en el exterior». «Es difícil encontrar mejores embajadores que Goya, El Greco, Murillo o Sorolla», dijo González-Sinde de una exposición que calificó de «máquina del tiempo para conocer a los españoles y a su historia».

Diálogo con su tiempo
La exposición se estructura cronológicamente en tres periodos: un primer momento entre 1550 y 1770, que políticamente coincide con el Antiguo Régimen y culturalmente abarca el Siglo de Oro. A continuación, uno que abarca el último cuarto del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, una época con vaivenes importantes en las mentalidades y la organización política, y, por último, los últimos cincuenta años del XIX, en los que se fragua la España moderna. La dirección científica la ha llevado a cabo el jefe de conservación de los fondos hasta el año 1700 del Prado, Javier Portús, que ha dividido las secuencias temporales en unidades temáticas en las que los maestros dialogan con la realidad circundante.

Buenos ejemplos son algunas de las series de grabados de Goya, como «Los caprichos» o «Los desastres de la guerra» y «Los disparates», que serán cedidas para la muestra.
Pero el diálogo de los pintores españoles también es artístico, según destacó Portús, y por eso la selección de obras es el reflejo de que «la pintura en España no es un fenómeno endógeno, sino dialogante con las tradiciones que llegaban de Europa», por lo que, junto a los artistas españoles, se han cedido piezas de Rubens, Tiziano, Luca Giordano, Tiepolo, Mengs o Houasse.

Las claves pintadas de la historia
La exposición invitará a una reflexión sobre el desarrollo del arte de la pintura en España durante más de tres siglos y sobre los factores internos y externos que influyeron en el mismo. Según explicó Portús, dentro de cada época se ha seleccionado no sólo a los artistas más importantes, sino también aquellos temas que le son más propios y que ayudan a diferenciarla de las demás con el objetivo de que el visitante pueda conocer el devenir estilístico de la pintura española y cómo a lo largo del tiempo cambian sus intereses temáticos.