Las autonomías acuden al rescate de su Sanidad con emisiones de deuda

La angustiosa falta de fondos que sufre el Sistema Nacional de Salud para afrontar en estas últimas semanas del año los pagos sanitarios más elementales está llevando a algunas autonomías a buscar soluciones extremas. Pese a la gravedad de la crisis, varias han optado por la vía ortodoxa de acelerar los desembolsos aun a costa de perder liquidez.

Otro grupo ha preferido guardar las facturas en los cajones para dilatar lo máximo posible su retribución, en una práctica contable irregular, aunque no insólita, en la Sanidad española.

En total, las comunidades adeudan a proveedores y laboratorios del sector la friolera de casi 7.000 millones de euros en los nueve primeros meses de 2010. Otras autonomías, como Baleares y Cataluña, han preferido en cambio acceder a los mercados financieros y emitir deuda, con el fin de obtener ingresos extra y algo de «cash», y poder saldar los pagos en plazos más razonables.

En el primer feudo, la Consejería de Economía y Hacienda ha adoptado dos importantes medidas de rescate: por un lado, ha inyectado 180 millones de euros al Servicio de Salud para paliar en parte un débito que, sólo en este territorio, había alcanzado la cifra de 354 millones de euros.

Por otra parte, ha incrementado alrededor de un 5 por ciento el presupuesto de la Consejería de Sanidad de las islas, proporcionándole 57,5 millones de euros extra. En total, la Sanidad balear ha recibido 237,5 millones adicionales. Los 180 millones extra destinados al ente que gestiona la Sanidad se han obtenido mediante la emisión de 500 millones de euros de deuda pública desde el pasado mes de marzo.

A juicio del consejero Vicenç Thomàs, esta ayuda permitirá «liquidar notablemente las obligaciones del servicio de salud respecto a los proveedores de fármacos y material quirúrgico», así como afrontar los gastos de personal, los conciertos sanitarios y mantener el nivel de calidad y sus prestaciones, informa Ep.

En Cataluña, la situación es similar. Fuentes de la Consejería de Hacienda explicaron a este periódico que en lo que va de año se han efectuado varias operaciones de este tipo, lo que ha permitido captar 9.500 millones de euros, que se han quedado en 8.400 millones tras el plan de ajuste. Este departamento ha confirmado que una parte de ese dinero ha ido a parar a la Sanidad pública que comanda la consejera Marina Geli, aunque no han podido precisar la cantidad porque «la caja es común y las cuentas no están liquidadas todavía».

El destino finalista de las cantidades recabadas impide determinar también si otros feudos que han recurrido a la deuda pública, como Madrid, financiarán inversiones sanitarias proyectadas para 2011 a través de este tipo de operaciones.

Los casos de Baleares y Cataluña son dispares. Las islas registran una de las demoras en los pagos más altas de todo el Estado. El pasado 30 de septiembre, su Consejería de Sanidad retribuía a los fabricantes de productos y tecnología sanitaria con 611 días de retraso y les adeudaba la cantidad de 122 millones de euros. A finales de junio, el retraso en el pago a los laboratorios era de 645 días, y el importe de la deuda ascendía a 156,7 millones de euros.

En Cataluña, los plazos son inferiores: los proveedores tardaban en cobrar 174 días, y el importe ascendía a 168,7 millones de euros. Los laboratorios tardaban en cobrar 214 días por los fármacos dispensados en los hospitales, y el monto adeudado llegaba a 193,3 millones de euros.