Las setas

La seta es un hongo comestible, caracterizado por su sombrilla o sombrerete, muy abierto y ancho; las esporas son las semillas, de tamaño microscópico (entre 1 y 20 milésimas de milímetro) y de color variable. Existen numerosas variedades y entre las más conocidas culinariamente destacan el níscalo o robellón, los boletos, las colmenillas, el rebozuelo, la trompeta de los muertos, los champiñones o las lenguas de vaca. Las setas más finas pueden consumirse crudas, como por ejemplo en ensalada. Otras preparaciones habituales son: en tortilla, a la plancha, rehogadas o estofadas. Aportan 26 calorías por 100 gramos.

Decálogo útil
 1.- Al comprar las setas debe observar que estén tersas y sin exceso de tierra. Tenerlas aireadas y procurar consumirlas pronto.

2.- Si es imprescindible, deben limpiarse con un paño húmedo. Si tiene que lavarlas, procurar que estén en contacto con el agua el menor tiempo posible.

3.- Si están húmedas puede aparecer una capa de pelusa que es importante quitarla antes de consumirlas.

4.- Durante su cocinado, el tiempo debe ser corto para que no pierdan nada de su textura y sabor.

5.- Puede conservarlas en casa, ya sea congeladas o cocinadas y cubiertas de aceite.

6.- Si sale al campo a recoger setas debe tener en cuenta que se hace cortándolas con un cuchillito por el tallo y colocándolas con el sombrerete con las láminas hacia abajo en una cesta preferiblemente de mimbre para que las esporas puedan caer en la tierra cuando va caminando. Nunca utilizar bolsas de plástico.

7.- Las setas son ricas en vitamina B y poseen muchos minerales como potasio, fósforo y calcio, entre otros.

8.- Son aconsejables en dietas para adelgazar o mantenimiento por su bajo contenido en calorías.

9.- Deben tener cuidado las personas que tengan ácido úrico o gota.
 10.-Si no entiende mucho de setas, es aconsejable salir a recogerlas en compañía de expertos para evitar riesgos.