España

Inestabilidad al alza: los mercados golpean a España

El desconcierto político y económico espanta a los inversores y dispara la prima de riesgo. Las especulaciones electorales del PSOE añaden más dificultades

Zapatero y Rubalcaba durante una sesión en el Congreso
Zapatero y Rubalcaba durante una sesión en el Congresolarazon

MADRID- Si hay algo que los mercados aborrecen es la incertidumbre. Y si hay algo que España tiene ahora por toneladas es, precisamente, incertidumbre. La que generan sus propias decisiones –como su reforma de la negociación colectiva– y la que le contagian sus compañeros de penurias del furgón de cola de la UE. Todo ello se ha mezclado en un cóctel que, en los últimos días, ha disparado la desconfianza de los inversores en España y sus empresas.

En los últimos meses, la prima de riesgo, o diferencial entre el interés que tiene que ofrecer Alemania por su deuda a diez años y el que paga España, se ha tomado como vara para medir el grado de confianza en la economía española. Como las germanas son las finanzas más sólidas, debe ofrecer menos interés por su deuda, por lo que se entiende que cuanto menos diferencia haya entre el interés de la deuda de un país europeo y la alemana, mayor es su solvencia.

Ocurre que la de España anda en los últimos días por las nubes. En enero escaló por encima de los 280 puntos básicos y ayer tocó los 261, si bien luego se relajó hasta los 258,4, por encima de los 256,1 con los que cerró el viernes. La bolsa tampoco anda mucho mejor y tras perder los 10.000 puntos la semana pasa, ayer cerró plana (-0,05%), en los 9.946 puntos.
Detrás de este castigo están las citadas incertidumbres. Soledad Pellón, analista de IG Markets, apunta que mientras no se cierre la fórmula para el nuevo rescate griego –mañana hay reunión extraordinaria de ministros de Finanzas de la UE sobre el asunto–, persistirán los ataques por la similitud de los problemas de ambos países. Selftrade cree que hay «cierta discriminación positiva» hacia España, insuficiente, no obstante, para alejarla de los vaivenes helenos. A Grecia se ha sumado la más que probable subida de tipos de interés que el BCE realizará el mes que viene y que complicará la salida de la crisis a España.

Y que los indicadores de la Reserva Federal (FED) apunten a que la economía de los Estados Unidos ha entrado en una etapa de desaceleración tampoco ayuda, como apunta Juan Laborada, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles.


Caos nacional
A todos estos factores externos se añaden las propias incertidumbres generadas por la situación política española. Que se hable de adelanto electoral, del posible déficit oculto autonómico o que no se hayan podido completar con éxito las conversaciones sobre la negociación colectiva tampoco ayuda, coinciden Pellón y Laborda. El país debe continuar «haciendo los deberes», advierte Natalia Aguirre, de Renta 4. En su opinión, hay que avanzar en la reestructuración del mercado financiero y reducir el déficit, aspectos en los que los mercados se muestran más exigentes. Precisamente, el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, advirtió ayer de que hay que cumplir con el objetivo de déficit cueste lo que cueste porque, de no hacerlo, España «lo va a pasar muy mal».