Manzanas sostenibles contra el estrés urbano

BARCELONA- «El espacio público es el principal patrimonio que nuestras ciudades poseen y devolvérselo al ciudadano está en la base de un modelo de ciudad más sostenible». Bajo este principio se articula el proyecto de las «supermanzanas» que la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona (BCNEcologia) ha implantado en los barrios de El Born, Gràcia y, próximamente, el 22@. El nuevo modelo urbanístico, que transforma espacios urbanos para hacerlas más accesibles al peatón y más sostenibles, ha sido el merecedor del Premio Iniciativa BMW 2011.

La implantación de las «supermanzanas» surge del concepto «smartcity» o ciudad eficiente y consiste en crear un nuevo modelo de movilidad, de gestión del espacio público y de accesibilidad dentro de un barrio.

«Se crean nuevas células urbanas de dimensiones de 400metros por 400metros, que incluyen varias manzanas en su interior, y se rediseña su circulación para que en su interior sólo puedas circular los residentes y los servicios», explica el director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, Salvador Rueda. «Alrededor de las supermanzanas se crean las vías básicas por donde pasan los vehículos de paso, coches, taxis y autobuses y donde se puede aparcar», añade Rueda.

«De este modo el ciudadano recupera el espacio público que ha ido perdiendo con la invasión del automóvil y puede volver a pasear, jugar, hacer deporte, realizar mercadillos o hacer fiestas en sus calles», explica el director, que lamenta que actualmente, un 60 por ciento del espacio urbano de España se destina a la circulación del vehículo privado. «Los habitantes de las ciudades nos hemos convertido en peatones pero no ciudadanos», opina Rueda.

Con la implantación de las «supermanzanas» se adapta cada espacio a sus diferentes usos, mejorando cualitativa y medioambientalmente el espacio público y la movilidad. En el caso del distrito de Gràcia, con las supermanzanas la calzada se redujo hasta un 25 por ciento y la acera aumentó hasta un 75 por ciento. Además, la superficie de espacios verdes pasó de 170.000 metros cuadrados a 544.000 en el conjunto del distrito, mejorando así la calidad de vida del ciudadano del distrito. Tras su éxito, las «supermanzanas» se están expandiendo por el país, en ciudades como Vitoria, A Coruña o Ferrol, El Prat o Viladecans.

Con este nuevo modelo urbanístico, que no requiere derribos sino una nueva planificación de la circulación, se mejora la accesibilidad de las calles para personas con movilidad reducida, se incita a utilizar medios de transporte más sostenibles y conlleva a la reducción de ruidos y de la contaminación atmosférica. De este modo, se refuerza la cohesión social y la biodiversidad en la zona. «Todo se puede cambiar sin cambiar nada», concluye Rueda.