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Año nuevo fútbol viejo

La Razón
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Esto sigue sin arrancar. Al Atleti le faltan pegada y definición en el área, en las pocas veces que llega hasta allí. Mejora ligeramente la defensa, algo la media, pero en el ataque los 40 millones de Falcao siguen sin dar el más mínimo dividendo. El empate en Málaga sólo le ha sabido a triunfo a Simeone y a los que dan por bueno el no perder. Es verdad que esta nueva era, la enésima, acaba de empezar, pero después de toda una primera vuelta, el balance no puede ser más descorazonador. En mitad de la tabla, eliminados por un Segunda B en la Copa y vivos solamente en la competición europea de los mediocres, mucho van a tener que cambiar las cosas para que esta temperada no vuelva a ser una nueva frustración.
Cabrearse con la Prensa, como han hecho algunos directivos en las últimas semanas no es un buen camino. El Atlético de Madrid no funciona, no rula, y contra eso el argumento, no puede ser dar leña al mensajero, aunque, en alguna ocasión, ese mensajero se pase de listo. Directiva, cuerpo técnico y jugadores lo que tienen que hacer, en lo que deben centrarse, es en hacer un conjunto de ese ramillete de jugadores entre los que hay no pocos de gran calidad. Si el equipo no rula quizá haya que mirar un poco más hacia adentro, despachos, banquillo y vestuarios, y menos a los periodistas y aficionados, que no hacen otra cosa que certificar que este equipo está muy lejos de ser un grande del fútbol español.